Aumento de desparramar entre BTp y Bund hasta 150 puntos básicos y el rendimiento del BTp por encima del 4%, el más alto desde diciembre pasado. Si este fue el efecto más tangible del resultado de las elecciones europeas, podemos intentar investigar las causas que están provocando una clara fibrilación en los mercados. La conclusión más inmediata es que por una vez nuestro país no está en el punto de mira, al menos en primera instancia.
El efecto Francia sobre el diferencial
La incertidumbre que rodea los próximos pasos políticos a partir de las elecciones anticipadas en Francia convocadas por el presidente Emanuel Macron para el 30 de junio y el 7 de julio y el incierto equilibrio político en Alemania está provocando tensiones en el frente de los bonos estatales. sufre el FranciaTambién ahí Alemania se enfrenta a los efectos de la sensacional derrota del SPD y del canciller Scholz y a la afirmación del partido de extrema derecha Afd: en el rebote, el país que después de Grecia tiene que lidiar con la mayor deuda pública de Europa acaba en el en el punto de mira y que según la Comisión Europea superará el 141% del PIB en 2025.
Es el elemento de mayor vulnerabilidad y, por tanto, no puede sorprendernos que sea el país que sufre las consecuencias el que, a pesar de la estabilidad política sancionada por la votación, tiene que hacer frente a la nueva situación política surgida en los dos mayores economías del continente. Clima de incertidumbre que parece destinado a continuar al menos hasta el resultado de las próximas elecciones en Francia, especialmente en la nada remota hipótesis de que la Rassemblement nacional encabezada por Marina Le Pen y su delfín Jordan Bardella . La incertidumbre se refiere, en primer lugar, a la actitud que tendrá Francia en los próximos meses respecto de los principales expedientes europeos. No se debe subestimar el temor a una posible desintegración del proyecto europeo.
El riesgo Europa
La cuestión que, más allá del caso francés, está creando tensiones en los mercados se refiere al futuro de una Europa que lucha contra la afirmación de la derecha y con las consecuencias de posibles alianzas entre la coalición (si se reconfirma) entre populares, socialistas y liberales y una parte de los conservadores. A los mercados – se sabe – no les gusta la incertidumbre y la tensión sobre los diferenciales lo atestigua claramente. Lo que se necesita es un relanzamiento del proyecto europeo, la realización de la unión bancaria, un mercado único integrado y la unión del mercado de capitales para abordar lo que ha puesto claramente de relieve el gobernador del Banco de Italia Fabio Panetta en sus recientes Consideraciones finales: en las últimas dos décadas el peso de la UE en el PIB global ha caído del 26 al 18%, mientras que en Estados Unidos se ha mantenido sin cambios en el 26% y en China se ha cuadriplicado hasta el 17%. El viejo continente lucha contra una “dinámica de productividad insuficiente”, que se sitúa 20 puntos por detrás de Estados Unidos. Dadas estas urgencias, está claro que los mercados consideran actualmente la desintegración del proceso de integración europea como un riesgo que debe evitarse.
El peso político de Italia
Seguramente también habrá que tener en cuenta la mayor presión que vendrá de Italia, que, a diferencia de lo que ocurrió en París y Berlín, vio en el resultado de la votación fortalecer al Gobierno y a su mayoría. La negociación (una vez finalizado el paso de los nombramientos al frente de las instituciones europeas) servirá para orientar las prioridades de la Unión Europea en la próxima legislatura. En lo que respecta a nuestras finanzas públicas, la atención se centra ahora en las consecuencias del procedimiento de infracción por déficit excesivo que anunciará la Comisión Europea el 19 de junio y en la “trayectoria de referencia” que seguirá el 21 de junio: pasos previos a la preparación del plan de gastos plurianual que deberá presentarse antes del 20 de septiembre y el presupuesto para 2025 que deberá prepararse en octubre.