Primero una piedra, luego el bronce, luego el hierro y durante unos ciento setenta años la edad plástica. Según Hans Davidson de Zwolle, la historia de ese plástico es patrimonio cultural. Es comisario del PolyPlasticum, un auténtico museo del plástico en Ceintuurbaan que corre peligro de tener que abandonar su espacio actual. Es por eso que estamos buscando una nueva ubicación. El plástico es indispensable en nuestra sociedad y, en mi opinión, el mayor invento del siglo XX, junto al microchip. Nos gustaría ponerlos en el centro de atención”.