Desde el bono de 850 euros hasta la atención domiciliaria, aquí tienes el detalle del plan para personas mayores


Las palabras clave son prestación universal, atención integrada y domiciliaria, prevención, telemedicina, niveles de asistencia (Lea) y niveles esenciales de actuación (Leps). Se trata de una arquitectura amplia -pero que aún queda por lograr en gran medida si nos fijamos únicamente en la integración socio-sanitaria que falta en casi todas partes del país y que en Lea y Leps no se ha implementado- la que se perfila con la reforma de la asistencia a la población de edad avanzada, con especial atención a la no autosuficiencia. Después de 20 años de espera, estamos partiendo de la base del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (Pnrr) que requería el lanzamiento de la reforma para este mes de marzo. Una vez aprobado definitivamente en Consejo de Ministros el sustancial decreto de desarrollo de la ley marco (33/2023), ha llegado el momento de empezar.

Mil millones en el campo pero se necesitarán al menos 7

La apuesta es trascendental: la reforma para la cual las asociaciones del Pacto por una nueva asistencia social para los no autosuficientes han estimado un presupuesto de hasta 7 mil millones en la legislatura, comienza con mil millones reunidos aprovechando los fondos ya existentes y en un país todavía muy lejos de una integración sociosanitaria que debería aunar las intervenciones de las Regiones, las Autoridades Sanitarias Locales, los Municipios, el Tercer Sector, los particulares y los ciudadanos. Con la dirección del nuevo Cipa, el Comité interministerial de políticas a favor de las personas mayores y la puesta a tierra por el Sistema Nacional de No Autosuficiencia (Snaa) que deberá implementar intervenciones en los territorios. Pero mientras tanto, el Gobierno saca provecho del resultado: “Está en marcha un nuevo sistema de bienestar para las personas mayores, más integrador, más sencillo y más justo, que favorece esta etapa de la vida de manera digna – declaró el Viceministro de Trabajo y Políticas Sociales María Teresa Bellucci, coordinadora de la reforma -. Los ancianos son parte esencial de nuestra sociedad, ellos fundaron la nación y les debemos todo nuestro agradecimiento. Esta reforma se implementará progresivamente, para garantizar que cada persona mayor pueda recibir atención, recibir cuidados, recibir amor y por tanto mejorar su existencia”.

Primer hito del rendimiento universal

El primer tímido fruto, dadas las necesidades asistenciales de 3,8 millones de personas mayores no autosuficientes en Italia, es ese servicio universal que reúne -por ejemplo un total de aproximadamente 1.350 euros al mes – el subsidio de acompañamiento y la nueva partida «subsidio por cuidados»: 850 euros al mes asignados ‘planos’ (La ley 33 preveía la gradualidad) y de forma experimental a un mini público de 25.000 personas mayores de 80 años, muy gravemente enfermas y que ya perciben el subsidio de acompañamiento, con un ISEE que no supere los 6.000 euros. Una población a la que el Mef destina 500 millones en los dos años de pruebas desde principios de 2025 hasta finales de 2026. Pero ¿quiénes serán los verdaderos beneficiarios? Corresponderá a una comisión técnico-científica identificada por el Ministerio de Trabajo y Políticas Sociales dentro de los 60 días siguientes a la entrada en vigor del decreto, establecer los criterios de clasificación del ‘estado de necesidad asistencial muy grave’ y es aclarar quién podrá realmente recibir las prestaciones del subsidio de cuidados del INPS. Que sólo se utilizarán para pagar a los cuidadores o para adquirir servicios de cuidados que se recibirán en el domicilio: apoyos que se formarán según criterios ad hoc que calificarán la profesión de asistente familiar. El cheque será devuelto si no se utiliza para este fin.

La evaluación multidimensional unificada

Entre las novedades de la ley, una vía uniforme para la evaluación de las personas mayores, destinada a reducir la burocracia y el estrés también para los cuidadores. La reforma se centra en la integración sociosanitaria y la asistencia en la medida de lo posible en el domicilio de la persona mayor, para su ingreso en los servicios asistenciales a través de la puerta Pua, punto único de acceso a las residencias comunitarias también previsto por el Pnrr. Basta de tonterías burocráticas: una evaluación multidimensional unificada, informatizada y “validada científicamente” para la evaluación de la falta de autosuficiencia permitirá implementar un proyecto de asistencia individual integrada (PAI), en el que la telemedicina deberá desempeñar un papel protagonista.

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El nodo de recursos

La dotación concedida por el Gobierno para el inicio de la reforma supera los mil millones, pero en realidad los recursos frescos sólo proceden del Pnrr (Misiones 5 y 6) y, por tanto, están caducando, mientras que en términos de personal adicional a contratar estamos hablando de 250 millones para 2025 y los 350 millones a partir de 2026 asignados por la ley de presupuesto para reforzar la asistencia territorial. En cuanto a los 500 millones recaudados para iniciar la prestación universal, proceden de fondos y programas ya activos: 150 millones del fondo de no autosuficiencia, 250 millones del programa nacional “Inclusión y lucha contra la pobreza 2021-2027”. y 100 millones de la Misión 5 del Pnrr.



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