Hace más de una semana, el grupo terrorista también afirmó haber sido responsable de un sangriento ataque contra una mezquita chiíta en el norte de Afganistán. Al menos once personas murieron. El ataque en la ciudad de Mazar-e-Sharif fue el segundo ataque contra un objetivo chiíta en el país en tres días.
La minoría chiíta hazara representa entre el 10 y el 20 por ciento de la población predominantemente sunita de Afganistán de 38 millones. El grupo es un objetivo frecuente de ataques, que se han atribuido de diversas formas a los talibanes y al Estado Islámico. El martes pasado, un ataque en un distrito chiíta de la capital, Kabul, mató al menos a seis personas e hirió a 25.