Por primera vez, y probablemente la última, el Anunciante de Maidenhead Viernes con primicia nacional. Theresa May, la representante parlamentaria de la ordenada Maidenhead, una ciudad al oeste de Londres, había elegido a su periodista local para anunciar su partida. Para este conservador de 67 años, esto fue una dulce venganza contra los medios establecidos. Su relación con los medios británicos siempre ha sido difícil. May nunca fue parte del mundo de Westminster.
Ella no es la única que abandona el grupo conservador. En el período previo a una derrota electoral histórica, probablemente este otoño, numerosos parlamentarios conservadores han anunciado su salida. Algunos renuncian antes de ser despedidos por los votantes. Otros ya no se sienten como en casa en un partido que atraviesa una crisis existencial. Los conservadores moderados, al que también pertenece esta hija de un sacerdote, prevén un giro hacia la derecha tras las elecciones.
Sobre el Autor
Patrick van IJzendoorn es corresponsal para Gran Bretaña e Irlanda de Volkskrant. Él vive en londres.
Limpiar escombros
El propio May alguna vez fue conocido como un partidario de la línea dura. Eso fue durante sus seis años como Ministra del Interior. En ese momento intentó restringir la inmigración. Por ejemplo, envió furgonetas a las calles pidiendo a los inmigrantes ilegales que abandonaran el país. El “clima hostil” que creó tuvo la consecuencia no deseada de que a cientos de personas del Caribe que habían vivido legalmente en el país durante décadas se les dijo de repente que eran extranjeros no deseados.
En el verano de 2016, acabó en el número 10 de Downing Street más o menos por accidente. Después de que una mayoría de los británicos votara a favor del Brexit, el primer ministro David Cameron dimitió y el esperado sucesor, Boris Johnson, abandonó inesperadamente la batalla por su sucesión. Al final fue May, partidaria de la permanencia, quien se atrevió a abordar el caos político. Surgió la imagen de que ella, como segunda Primera Ministra del Reino Unido, tenía que limpiar el desastre.
Si Renacido partidario del Brexit La ‘Madre Teresa’ intentó encontrar un camino sinuoso entre los fanáticos partidarios del Brexit y los reticentes partidarios del Brexit. En un intento por obtener un mandato, convocó elecciones en 2017, pero perdió la mayoría parlamentaria, lo que dificultó aún más su tarea. Después de dos años de levantamientos internos, derrotas en la Cámara de los Comunes y humillaciones en Bruselas, entre lágrimas abandonó la lucha imposible, tras la cual su némesis Johnson tuvo la oportunidad de completar “su” Brexit.
Introvertido
Como ex primera ministra, se convirtió en líder de la oposición dentro de su propio partido. Apenas podía ocultar su disgusto por Johnson, lo que la convertía en la heroína del sector moderado del partido. May siempre fue más una ministra que una líder. Su antena política no siempre estuvo adecuadamente ajustada y carecía de habilidades comunicativas. La compararon con primeros ministros petulantes como Ted Heath y Gordon Brown, y no tanto con Margaret Thatcher, la otra primera ministra con la que la compararon cuando asumió el cargo.
Una vez, la introvertida May mostró su lado relajado e ingenioso. Después de que se burlaran de sus movimientos de baile durante sus visitas a África, se la vio bailando en Abba’s. Reina del baile el escenario durante una conferencia del partido. Muchos británicos recordarán ese momento en particular cuando recuerden la carrera de este trágico político.