Lookman se adelanta, pero en la segunda parte los rossoblù marcan con Zirkzee de penalti y Ferguson. Motta se alegra, sexto éxito consecutivo
Bolonia imparable: mentalmente fuerte y feroz para recuperarse, enderezarse y luego conseguir una victoria dorada. ¿Es la fuga de la Champions? Podría ser: el Bolonia gana de forma adulta y madura el sexto partido consecutivo y sobre todo -invirtiendo el resultado y una primera parte “encogida”- lo hace en el Gewiss, estadio en el que Gasperini había ganado seis en un fila. Ahora está a cuatro puntos de la Roma en el quinto puesto, un largo paréntesis que huele a fuga y un equipo mentalmente tranquilo capaz de permanecer siempre en el juego y luego dirigirlo. El estudiante Thiago Motta vence al Maestro Gasperini, Joey Saputo celebra como un niño en la grada y el Bolonia se desboca con los cambios en la segunda parte, ajustando todo en cada zona del campo y encontrando los goles de Zirkzee (penalti por una falta de Koop sobre Saelemaekers) y Ferguson, que alcanzaron diez y seis goles respectivamente en la temporada.
hombreras y… lookman
—
El Atalanta viene de siete victorias seguidas en casa, el Bolonia de 6 resultados útiles seguidos, de los cuales 5 victorias consecutivas: Gasperini presenta un 3-4-3 con De Ketelaere en el centro del campo como interior derecho y Pasalic como falso delantero centro; Thiago Motta confirma a Fabbian, Orsolini, vuelve a poner a Calafiori en el centro de la defensa (los tres fueron convocados previamente por el técnico Spalletti, en la grada) y elige a Ndoye en lugar de Saelemaekers en el carril zurdo. El primer gol alto viene de la Diosa: fuga por la izquierda de Ruggeri, pase en profundidad e inserción de DeK (2′) que dispara muy alto. La reacción del Bolonia llega en el minuto 10: disparo alto de Fabbian en un córner de Orsolini que en el minuto 17 llega al primer disparo a portería del Bolonia, fácilmente neutralizado por Carnesecchi. El Atalanta echa espuma por el juego y la ira, el Bolonia sólo logra sacar un saque de banda: la disposición de Gasperini inicialmente pone en dificultades al alumno Motta. El descanso llega en el minuto 28: acción iniciada por Lookman, balón a Zappacosta que puede disparar desde la derecha, bloqueado en el centro del área pequeña por Skorupski y Lookman está ahí, donde Beukema no se da cuenta, y 1-0 de la Diosa, estalla sin piedad. Calafiori, salido de la jaula inicial de Pasalic, sube al set y tras el gol el Bolonia busca una reacción pero no encuentra la apertura importante para preocupar a Carnesecchi. Gasp vuelve al 3-4-1-2 y deja unos metros al equipo de Motta manteniendo la tensión alta con incursiones nuevamente firmadas por Lookman y Pasalic que ahora flota intentando amordazar la dirección de Freuler. La primera parte termina con el Atalanta que, incluso en ocasiones, hizo mucho más, pero hay que considerar la no salida del Bolonia, lesionado pero no derribado aunque incapaz de buscar a Carnesecchi con gran eficacia.
Giro de vuelta
—
En la segunda mitad, Motta cambia inmediatamente la banda derecha que estaba en grandes dificultades: sale Posch (Lucumi juega el papel central con Beukema moviéndose hacia la derecha) y Orsolini sale por Saelemaekers que va hacia la izquierda con Ndoye que desvía hacia la derecha. El suspiro se mantiene como en la primera parte y el comienzo es más Bolonia que Atalanta, con los rossoblù dando la vuelta al partido en el minuto 4: Saelemaekers cobra un penalti por golpear a Koopmeniners en el tobillo en el área; Zirkzee convirtió su décimo gol de la temporada para poner el 1-1 en el minuto 56; poco después, el disparo de Ndoye fue bloqueado por la defensa del Atalanta y Ferguson, hasta entonces poco destacado, remató de volea la diagonal para su sexto gol personal y el 1-2. En pocas palabras: el Bolonia, incluso con las sustituciones de Motta, supo volver al partido, con el “regalo” de Koopmeiners pero también sabiendo ganar metros para echar al Atalanta. Gasp poco a poco cambió la cara del ataque introduciendo a Scamacca, Miranchuk y el mediocampo con Ederson y Scamacca pero la Dea ya no encontró la fuerza lúcida del primer tiempo y sobre todo está el Bolonia que es otro Bolonia, duro, resistente. Lúcido y feroz. Y ahora parece cada vez más parte del sueño de la Champions.
© TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS