El italiano (53), que mató a los dos mejores amigos flamencos, Wibe (25) y Jessy (24), durante sus vacaciones en Roma el año pasado, sabrá hoy exactamente qué castigo corre. Eso podría significar hasta dieciocho años de prisión. Porque casi un año y medio después del accidente, el caso está realmente discutido. El sospechoso había bebido demasiado y estaba bajo la influencia de cinco tipos de drogas. Además, posteriormente huyó del lugar y condujo sin permiso de conducir válido. “Ojalá tengamos claridad pronto. La ignorancia es insoportable”, dice la mamá de Jessy.
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