Un nuevo estudio examina el fenómeno Boohoo y sus efectos


El minorista de moda británico Boohoo se enfrenta desde hace años a acusaciones de que su éxito se basa en la explotación masiva de los trabajadores. Lo interesante es que este ejército de trabajadores no vive en países productores asiáticos lejanos, sino en el centro de Gran Bretaña, más precisamente en Leicester. Científicos de la Universidad de Bath realizaron un estudio para investigar cómo pudo suceder esto y qué impacto tuvieron los escándalos en las personas y en la región.

Nearshoring en lugar del Lejano Oriente

La receta del éxito de Boohoo ha sido única durante mucho tiempo porque, a diferencia de la práctica general de la industria de la moda, se basaba en el nearshoring. En lugar de trasladar la cadena de suministro a países lejanos, la empresa estableció relaciones de suministro en el corazón de Inglaterra y pudo implementar y comercializar las últimas tendencias más rápido que nadie. Al mismo tiempo, revitalizó la industria textil de Leicester. El sistema funcionó. Según el estudio, entre el 70 y el 80 por ciento de las aproximadamente 1.000 fábricas de Leicester comenzaron a producir para Boohoo.

Malas condiciones laborales

Pero el coste real de este sistema recayó en los trabajadores, en su mayoría inmigrantes con escasos conocimientos de inglés, a quienes se les estafó un salario de tres libras la hora. Las malas condiciones laborales en muchas de estas fábricas se hicieron ampliamente conocidas en 2010. Periodistas de investigación se infiltraron en una de las fábricas e informaron sobre las condiciones de trabajo. Los salarios estaban por debajo del salario mínimo legal, se negaban los descansos y la higiene dejaba mucho que desear.

Escándalo: la esclavitud moderna

Las condiciones en las fábricas de Leicester se hicieron conocidas internacionalmente tras la pandemia. Poco después del estallido de la pandemia de COVID-19, el Sunday Times reveló que los trabajadores no solo recibían salarios injustos sino que también se los obligaba a trabajar sin las precauciones adecuadas de salud y seguridad. Estas revelaciones se convirtieron en un escándalo público. Boohoo quería estar preparado para la creciente demanda de ropa de estar por casa en el comercio minorista online. Muchas fábricas hicieron lo mismo, lo que dio lugar a turnos de trabajo de hasta 12 horas con sólo unos breves descansos.

Las fábricas están cerrando

Los informes de los medios sobre la “esclavitud moderna” en el centro de Inglaterra provocaron una avalancha. El precio de las acciones de Boohoo se desplomó y las autoridades se dieron cuenta de las condiciones y se cerraron las primeras fábricas. Otras empresas también se retiraron de Leicester por temor a verse involucradas en el escándalo. Al final, Boohoo también se deshizo de muchas fábricas; según el estudio, el número se redujo a 68 fábricas.

Todo el estudio se creó a partir de una extensa investigación de campo realizada de abril a julio de 2023 y está dedicado a la situación actual en Leicester desde la perspectiva de los trabajadores, las fábricas, las autoridades y las marcas. Vivek Soundararajan dirigió el estudio. El informe se puede descargar desde el sitio web de la iniciativa de investigación Embed Dignity.



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