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¿Quién estaría en desacuerdo con Carlo Ancelotti en materia de fútbol? El técnico italiano de talla mundial, que ahora tiene 64 años y está abrumado por sus títulos, simplemente no quiere prescindir de él. Toni Kroos es su hombre en el centro del campo del Real Madrid. Y otras cosas también.
Ancelotti no deja que le pase nada al jugador de 34 años. Cuando se le preguntó sobre el posible regreso de Kroos a la DFB, Ancelotti dijo hace unas dos semanas: “Creo que si lo hiciera estaría demostrando carácter y agallas”.
Al parecer, Ancelotti no tiene dudas de que Kroos no sólo puede mantenerse al más alto nivel europeo, sino también tener un impacto decisivo. Habla de admiración por Ancelotti.
Falta de estructura y rigor en el equipo de la DFB
A esta conclusión también llegó hace tiempo el seleccionador nacional, Julian Nagelsmann, y le hizo a Kroos una oferta para volver, también porque Kroos sigue siendo uno de los mejores jugadores alemanes.
Pero también es la reacción de Nagelsmann ante el mal desempeño de la selección nacional bajo su tutela. Porque tampoco obtuvo ninguna estructura ni rigor real del equipo anterior.
El regreso también se debe a la ya duradera crisis de los centrocampistas del Bayern Joshua Kimmich y Leon Goretzka en el club, así como al rendimiento inexplicable y consistentemente mediocre de Ilkay Gündogan en la selección nacional, y también inevitable.
Kroos necesita un “trabajador” a su lado
Kroos debería y dará al central estabilidad y una nueva calidad con su juego aéreo seguro, su sentido del espacio y la situación de juego respectiva. Pero sólo si Nagelsmann posiciona a un “trabajador” al lado de Kroos. Nunca fue el más rápido ni el más asertivo, pero sí el más inteligente en el campo.
Además de Kroos, alguien tendría que actuar como una especie de proveedor modesto y trabajador. Durante mucho tiempo fue el brasileño Casemiro para la Realeza. Pascal Groß podría ser uno de esos candidatos en la DFB. O Goretzka, en caso de que recupere la compostura.
Nueva jerarquía en el equipo de la DFB
Ahora se necesita flexibilidad en el equipo: Gündogan debería subir una posición hasta la décima posición. Kimmich a la posición de lateral derecho, aunque eso le haga rechinar los dientes al jugador de 29 años.
Por último, pero no menos importante, es probable que la integración de Kroos vuelva a explorar la jerarquía en el equipo. En los dos partidos de prueba en Francia (23 de marzo de 2024) y contra Holanda (26 de marzo de 2024) todavía hay tiempo para reajustar la estructura en modo estrés.
último salvavidas
El regreso de Kroos a la selección es el último intento de dar la vuelta a la DFB y evitar el próximo colapso total. Las esperanzas de todo el país (futbolístico) descansan ahora en Kroos, que puede soportar esta presión gracias a su amplia experiencia.
Sin embargo, el hecho de que Nagelsmann tenga que recurrir a esta medida como salvavidas demuestra que las alarmas del seleccionador nacional ya suenan masivamente de cara al Campeonato de Europa en casa. El hecho de que Kroos retome este escenario es un mérito para él y demuestra su carácter.