Las autoridades de tráfico alemanas han descubierto software fraudulento en algunos SUV diésel de BMW. El propio fabricante de automóviles afirma que los coches afectados se fabricaron antes de 2014.
El regulador de transporte Kraftfahrt-Bundesamt (KBA) descubrió que los valores de emisión de gases nocivos en algunos vehículos diésel de BMW pueden ser manipulados. Según BMW, se trata de unos 33.000 modelos X3 en Alemania.
En toda Europa se estima que hay entre 100.000 y 150.000 vehículos. BMW no sabe cuántos vehículos siguen circulando, ya que hasta el momento el organismo de control sólo ha publicado datos de Alemania. Por tanto, no se sabe cuántos coches están implicados en los Países Bajos.
La empresa automovilística afirma que está cooperando con las autoridades. Según la KBA, BMW ha propuesto una serie de medidas para la actualización de hardware y software. Aún no está claro si el problema tendrá más consecuencias para la empresa.
El escándalo del diésel salió a la luz en Volkswagen en 2015. Ese grupo admitió luego haber manipulado a gran escala las pruebas de emisiones con software engañoso, que hacía que los coches diésel parecieran más limpios de lo que realmente eran. Más tarde se supo que también se habían utilizado software fraudulentos en otras empresas automovilísticas. Desde hace años se llevan a cabo demandas por el escándalo.