La activista venezolana de derechos humanos Rocío San Miguel, de 57 años, fue detenida por las autoridades venezolanas el viernes y se encuentra desaparecida desde entonces. Así lo informaron las agencias de noticias internacionales el martes. San Miguel es sospechoso de estar involucrado en un complot para asesinar al presidente venezolano Nicolás Maduro. El partido de Maduro, el socialista Movimiento Quinta República, ha estado en el poder desde 1998 y es conocido por reprimir voces críticas, partidos de oposición y organizaciones de derechos humanos.
San Miguel es un conocido activista de derechos humanos en Venezuela y es el líder de la organización no gubernamental Control Ciudadano, que se enfoca en la defensa de los derechos humanos, la seguridad y las fuerzas armadas. Cuatro días después de su arresto, nadie sabe dónde está. Su hija adulta y su exmarido también están desaparecidos, al igual que sus dos hermanos. Según el abogado de la familia, San Miguel y su hija fueron vistas por última vez en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, cerca de la capital venezolana, Caracas.
Complot para asesinar al presidente
Previo a la desaparición, se giró una orden de aprehensión contra San Miguel, de la que se dice que su abogado desconocía. Según el fiscal general venezolano, Tarek William Saab, también aliado de Maduro, San Miguel está involucrado en un complot denominado Brazalete Blanco. El complot supuestamente tiene como objetivo asesinar a Maduro y otros funcionarios de alto rango y atacar unidades militares en la ciudad oriental de San Cristóbal.
Hace unas semanas, otros 36 críticos del gobierno de Maduro fueron detenidos por los mismos cargos. Las detenciones se produjeron en vísperas de las elecciones presidenciales venezolanas, que se celebrarán en la segunda mitad de 2024. Los arrestos han generado preocupación entre las organizaciones venezolanas de derechos humanos, que dicen que cada vez hay menos espacio para las libertades civiles en Venezuela.