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El director ejecutivo de Ørsted ha prometido “luchar con todo lo que tengo” para restaurar la confianza de los inversores en el mayor desarrollador de energía eólica marina del mundo después de que su decisión de abandonar dos proyectos clave en Estados Unidos provocara deterioros multimillonarios.
En declaraciones al Financial Times días después de que la compañía decidiera recortar hasta 800 puestos de trabajo, suspender sus dividendos y recortar los objetivos de crecimiento de las energías renovables, Mads Nipper dijo que asumía “plena responsabilidad” por los problemas del grupo danés. Correspondía “a la junta directiva decidir” si él era la persona adecuada para dirigir la empresa, añadió.
El ex director financiero de la empresa, Daniel Lerup, y el director de operaciones, Richard Hunter, dimitieron en noviembre con efecto inmediato, mientras que el presidente Thomas Thune Andersen dimitirá en marzo después de casi una década en el puesto, añadió la empresa la semana pasada.
El grupo registró daños por valor de 28.400 millones de coronas danesas (4.000 millones de dólares) en noviembre después de decir que iba a parar el trabajo en dos proyectos frente a la costa de Nueva Jersey en Estados Unidos.
Nipper, que se unió a Ørsted como director ejecutivo a principios de 2021, dijo que si bien hubo “circunstancias externas difíciles”, la compañía bajo su liderazgo tomó “algunas decisiones que en ese momento parecían correctas para continuar con los desarrollos, pero con el conocimiento que tenemos ahora, estaban equivocados”.
Añadió: “Así que asumo toda la responsabilidad de que hayamos terminado en esta situación. [ . . . ] Lo más importante es qué estamos aprendiendo de ello. . . Estamos tomando las medidas adecuadas para garantizar que no volveremos a encontrarnos en una situación como esa”.
Los problemas de Ørsted surgen cuando las crecientes tasas de interés y las tensiones en la cadena de suministro han elevado los costos en toda la industria eólica marina, amenazando con desacelerar el crecimiento justo cuando países de todo el mundo establecen objetivos más estrictos para descarbonizar sus economías.
Las acciones de Ørsted, que cotizan en Copenhague, han caído más del 70 por ciento desde que alcanzaron su punto máximo a principios de 2021. Cerraron con un alza del 2,3 por ciento a 398 coronas danesas el lunes, valorando la empresa, que pertenece en un 50,1 por ciento al estado danés, en aproximadamente 167.000 millones de coronas danesas.
El aumento de las tasas de interés tiene un fuerte impacto en los proyectos de energía eólica marina, que normalmente tienen altos costos iniciales.
Nipper advirtió que el crecimiento del sector se desaceleraría “dramáticamente” a menos que el precio que se les paga a los desarrolladores por su electricidad refleje los costos más altos. Las autoridades de EE.UU. y el Reino Unido han aumentado recientemente las tarifas que están dispuestas a pagar para apoyar proyectos venideros.
“El combustible de la energía renovable es capital”, dijo Nipper. “Financiar £8.500 millones: 25 puntos básicos importan y 100 importan mucho más.
“Para una empresa como la nuestra, si las tasas de interés suben un 3 por ciento, eso elimina con creces todas las ganancias de una gran inversión”.
Ørsted también dijo la semana pasada que abandonaría los mercados marinos de Noruega, España y Portugal y frenaría su desarrollo de la energía eólica marina flotante.
Esa tecnología emergente implica colocar turbinas en plataformas en lugar de fijarlas individualmente al fondo del mar, de modo que puedan trasladarse más mar adentro, donde puedan aprovechar las mayores velocidades del viento.
Nipper dijo que ahora creía que la energía eólica flotante “avanzaría más lento de lo previsto” debido a los altos costos y los desafíos tecnológicos. “Todavía no tenemos conceptos maduros de plataformas flotantes”, afirmó. “Creo que hay bastantes indicadores de que, al menos a escala, la flotación se producirá un poco más tarde.[frame].”
Dijo que la compañía había “recibido en general comentarios positivos” sobre su nueva estrategia y añadió que “con diferencia, la mayoría de los inversores parecen pensar que es la correcta”.
Pero continuó: “También somos muy conscientes de que lo que importa no es el plan, sino la ejecución del plan”.