Berlín (Reuters) – El gobierno del semáforo quiere desarrollar en los próximos meses un concepto para fortalecer Alemania como lugar de negocios.
“Necesitaremos la primavera para un programa conjunto”, dijo el domingo por la tarde el ministro federal de Finanzas, Christian Lindner, en el ZDF. Probablemente esto debería sincronizarse con los debates sobre el proyecto de presupuesto para 2025, que se presentará en verano. La Unión, como mayor partido de la oposición, quiere someter un programa inmediato a la votación del Bundestag en febrero. En una carta al Canciller Olaf Scholz (SPD), el líder de la CDU, Friedrich Merz, y el líder del grupo regional del CSU, Alexander Dobrindt, presentaron doce demandas fundamentales para sacar a Alemania de la recesión.
“La situación es grave”, afirmó el líder del FDP, Lindner. Durante mucho tiempo los problemas de Alemania estuvieron encubiertos. Pero la situación ha cambiado. Las tasas de interés ahora son altas, la economía global es débil para la industria alemana orientada a la exportación y la guerra en Ucrania continúa.
Lindner y el ministro de Economía, Robert Habeck (Verdes), describieron recientemente que Alemania ya no es competitiva. Sin embargo, tienen otras ideas sobre cómo solucionar este problema. Habeck tiene en mente un fondo especial financiado con deuda para poder invertir más. Lindner, por el contrario, quiere reducir los impuestos a las empresas. La carga es demasiado alta. El gobierno semáforo formado por el SPD, los Verdes y el FDP necesita acelerar el ritmo y ser más ambicioso, afirmó.
PREOCUPACIÓN NIÑO ALEMANIA
Alemania fue el único país industrial occidental que se contrajo en 2023. Las perspectivas para 2024 también parecen sombrías: recientemente las expectativas de crecimiento de muchos expertos se han revisado significativamente a la baja. “Muchas empresas están trasladando parte o incluso toda su producción a países europeos o no europeos debido a las condiciones económicas desfavorables”, dice la carta de Merz y Dobrindt, a la que Reuters tuvo acceso y fechada el viernes pasado. “Nuestro país está amenazado por una pérdida de prosperidad en una escala nunca antes vista”.
Además de los recortes de impuestos, las propuestas de la Unión incluyen limitar las contribuciones a la seguridad social al 40 por ciento de los salarios brutos, dar ventajas fiscales a las horas extras para los empleados a tiempo completo y hacer que los primeros 2.000 euros de ingresos del trabajo estén libres de impuestos para los pensionistas. El impuesto sobre la electricidad debe reducirse al mínimo exigido por la legislación europea. Además, el gobierno del semáforo debería prometer una “moratoria sobre las cargas” y así renunciar a cargas burocráticas adicionales hasta finales de 2025.
El secretario general de la CDU, Carsten Linnemann, anunció en ARD que a mediados de marzo se presentarían los planes de su partido para una importante reforma en la política social, con el fin de eliminar el dinero de los ciudadanos en su forma actual. Además, la Unión, que actualmente lidera las encuestas, tiene previsto retirar la ley gubernamental sobre calefacción, cuyo objetivo es garantizar una mayor protección del clima en los edificios. Linnemann afirmó que con impulsos de crecimiento para la economía se podrían conseguir rápidamente entre 50 y 60 mil millones de euros más de ingresos fiscales.
“En lugar de escribir cartas, la Unión podría hacer inmediatamente algo concreto para ofrecer desgravaciones fiscales a las empresas alemanas y abandonar el bloqueo de la Ley de Oportunidades de Crecimiento”, dijo a la FAZ el líder del grupo parlamentario del FDP, Christian Dürr. La vicepresidenta del grupo parlamentario del SPD, Verena Hubertz, describió la ley en el Rheinische Post como un elemento central para fortalecer la economía. El comité de mediación del Bundestag y del Bundesrat está discutiendo actualmente las desgravaciones fiscales previstas para las empresas, especialmente en forma de opciones adicionales de amortización. Según un acuerdo preliminar, el volumen de la ayuda debería ser significativamente menor, algo más de tres mil millones de euros, para proteger a los municipios y estados federados. El jefe de Ifo, Clemens Fuest, describió esto como una gota en el océano que no sería suficiente.
Hubertz añadió que la carta de Merz era sorprendente, ya que recientemente el líder de la oposición prácticamente había descartado trabajar con el gobierno. “Es un recorrido bastante zigzagueante”. Además, siempre son necesarias sugerencias sensatas para la contrafinanciación, afirmó el político del SPD.
(Informe de Christian Krämer, colaboración de Andreas Rinke, editado por Birgit Mittwollen. Si tiene alguna pregunta, póngase en contacto con nuestro equipo editorial en [email protected] (para política y economía) o [email protected] ( para empresas y mercados).)