La toma de rehenes tuvo lugar en un tren regional entre las localidades de Yverdon y Sainte-Croix, en el cantón de Vaud, cerca de la capital suiza, Berna. El hombre, que iba armado con un hacha y un cuchillo, mantuvo cautivos a catorce pasajeros y al maquinista del tren durante cuatro horas.
La policía respondió a las 22:15 horas después de que los pasajeros dieran la alarma. Se llamó a un intérprete para negociar. Cuando el secuestrador se alejó momentáneamente de los rehenes, la policía aprovechó la oportunidad para intervenir y distraer al secuestrador. A continuación, el hombre atacó a un policía con un hacha, tras lo cual éste lo mató a tiros.
Los pasajeros pudieron abandonar el tren ilesos. El secuestrador era un solicitante de asilo iraní de 32 años. No se sabe nada sobre su motivo, dijo un fiscal en una conferencia de prensa.