Esta mañana, CD&V lanzó la propuesta de que las tierras agrícolas deberían permanecer en manos de los agricultores y, por lo tanto, ya no ser compradas por agencias gubernamentales u organizaciones ambientalistas. Las organizaciones agrícolas General Farmers Syndicate (ABS) y Boerenbond ya apoyan la propuesta de CD&V.
Sin embargo, el ministro de Medio Ambiente, Zuhal Demir (N-VA), acusa a CD&V de que la propuesta crea un “falso contraste entre naturaleza y agricultura”. Open Vld parece más inclinado a la propuesta de CD&V, aunque la viceprimera ministra Gwendolyn Rutten quiere principalmente medidas concretas.
Según Demir, la propuesta de CD&V pone el “énfasis equivocado”. “El verdadero problema es que debemos avanzar hacia un modelo agrícola centrado en los agricultores”, subraya. Destaca que la propuesta de CD&V “contrapone la agricultura y la naturaleza”, mientras que muchas más tierras agrícolas se utilizan como pastos para caballos o para propiedades residenciales fuera de la zona. Demir subraya que ella quiere celebrar el debate, pero que debe realizarse en su totalidad y sobre la base de cifras objetivas.
Open Vld inicialmente aboga por medidas concretas, pero parece estar abierto a la propuesta de CD&V. “No es realmente lógico que el Estado utilice el dinero de los contribuyentes para aumentar los precios y especular con las tierras agrícolas”, afirma Rutten. Para ella, el gobierno debe “enviar una señal” restringiendo esto.
Para el ministro de Agricultura, Jo Brouns (CD&V), todo empieza por utilizar al máximo las tierras agrícolas para fines agrícolas. Según él, la política de compras con recursos flamencos aumenta artificialmente los precios. “Es importante proteger las tierras agrícolas existentes. Actualmente hay aproximadamente 750.000 hectáreas de tierras agrícolas en Flandes. Pero si nos fijamos en el uso agrícola, son más de 150.000 hectáreas menos”, afirmó.
La respuesta de ABS y Boerenbond a la propuesta de CD&V
Las organizaciones agrícolas General Farmers Syndicate (ABS) y Boerenbond apoyaron el martes por la tarde, antes del inicio de la consulta con el gobierno flamenco, la propuesta de CD&V de reservar tierras agrícolas para los agricultores. Según ellos, si el gobierno compite por esas tierras, el precio aumentará.
“Sería bueno que Flandes dejara de comprar o de conceder subvenciones para la compra de tierras agrícolas”, afirma Lode Ceyssens, presidente de la Unión de Agricultores. Según él, salvaguardar las tierras agrícolas para los agricultores sería un “primer paso”.
Según Ceyssens, los agricultores de Flandes también padecen escasez de tierra. “Una empresa agrícola flamenca media tiene entre 26 y 27 hectáreas. Esto es sólo la mitad que en Valonia”, afirmó.
El ministro flamenco de Medio Ambiente, Zuhal Demir (N-VA), describió la propuesta de CD&V como una “política simbólica” que enfrenta a la naturaleza y la agricultura entre sí. Según Ceyssens, esta polarización se debe principalmente a que la compra de tierras agrícolas en medio de superficies agrícolas crea de repente una reserva natural o un bosque, lo que a menudo también tiene implicaciones para las tierras agrícolas circundantes.
Hendrik Vandamme, presidente de ABS, destaca que el precio de las tierras agrícolas en Flandes es muy alto en comparación con Valonia y los países vecinos. Esto también se debe al hecho de que Flandes está pujando por esas tierras. “Por eso es necesario reservar zonas agrícolas para la agricultura”.
Además, ambas organizaciones esperan que el gobierno flamenco también proponga medidas para limitar la carga administrativa para los agricultores. Vandamme se refiere, entre otras cosas, a las elevadas multas previstas en el Decreto sobre estiércol por errores administrativos. Ceyssens quiere que el gobierno flamenco empiece inmediatamente a trabajar en el modelo de reducción de emisiones de nitrógeno.