Tras unas elevadas pérdidas operativas en el ejercicio 2022: el Grupo S.Oliver se ve en el camino de la recuperación


El grupo textil S.Oliver Group, con sede en Rottendorf, tuvo que aceptar en el ejercicio 2022 unas pérdidas operativas de tres cifras y millones. Sin embargo, el año pasado fue posible reducir significativamente el déficit, afirmó la empresa el lunes en un comunicado.

Según los datos clave ahora publicados, el grupo de empresas logró unas ventas de alrededor de 1.080 millones de euros en 2022. Esto correspondió a un aumento del 19 por ciento en comparación con el año anterior, en el que los efectos de la pandemia de Covid-19 tuvieron un impacto significativo en la demanda. En el negocio mayorista, los ingresos crecieron un 22 por ciento hasta 394,0 millones de euros, mientras que en las “actividades verticales” aumentaron un 18 por ciento hasta 672,6 millones de euros.

Sin embargo, operativamente, el proveedor de ropa cayó profundamente en números rojos. Después de lograr un beneficio antes de intereses e impuestos (EBIT) positivo de 2,6 millones de euros en 2021, el grupo tuvo que aceptar una pérdida operativa de 174,1 millones de euros en 2022. Según la empresa, las principales razones de esto fueron “las interrupciones recurrentes en las cadenas de suministro globales, los problemas asociados con retrasos en las entregas, así como los altos costos de flete y las amortizaciones en los altos niveles de inventario”.

Se inició la recuperación: la pérdida operativa se redujo significativamente el año pasado

Según sus propias declaraciones, el proveedor de ropa pudo volver a progresar el año pasado. Gracias a una “gestión coherente de costes y una nueva orientación estratégica”, la nueva dirección del grupo logró reducir la pérdida de EBIT en unos 135 millones de euros e iniciar la “reestructuración”, afirmó la empresa. Según cifras preliminares, el déficit operativo ascendió a 40 millones de euros en 2023.

“Después de las grandes pérdidas de 2022, tuvimos que cambiar de rumbo rápida y decisivamente para estabilizar la empresa”, destacó Kai Bauknecht, que asumió el cargo de director financiero (CFO) en el verano de 2022. “Lo hemos conseguido ajustando continuamente nuestras estructuras de costes en todas las áreas de negocio y reduciendo el inventario en unos 100 millones de euros, lo que tiene un impacto en la liquidez”.

A pesar de un “entorno de consumo extremadamente difícil y condiciones de mercado volátiles”, el grupo finalizará 2023 “con un flujo de caja significativamente positivo del negocio operativo y reducirá aún más la financiación externa”, explicó Bauknecht en un comunicado.



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