Sharon van Rouwendaal se proclamó campeona del mundo de 10 kilómetros en aguas abiertas por segunda vez en su carrera el sábado. En Doha, las holandesas ganaron con una mínima ventaja sobre María de Valdés.
Además del título mundial, Van Rouwendaal, de treinta años, tiene ahora la seguridad de participar en los Juegos Olímpicos de París. Espera ir allí por su tercera medalla olímpica. Anteriormente ganó oro (en 2016) y plata (en 2021).
En el angustioso sprint final, Van Rouwendaal finalizó ligeramente mejor que De Valdés. Los holandeses terminaron una fracción por delante de los españoles después de 1 hora, 57 minutos y 26,8 segundos. El año pasado, Van Rouwendaal terminó cuarto en el Campeonato del Mundo después de una foto final. En 2022 ganó su anterior título mundial.
Detrás de Van Rouwendaal y De Valdés, la portuguesa Angélica André finalizó tercera. Moesha Johnson de Australia quedó cuarta. Johnson es un buen conocido de Van Rouwendaal. Los dos entrenan juntos en Magdeburgo, Alemania. Van Rouwendaal quiere seguir entrenando allí hasta los Juegos.
Después de eso, Van Rouwendaal quiere tomarse las cosas con más calma y regresar a Holanda. Van Rouwendaal viajó al extranjero a una edad temprana y entrenó de 2013 a 2020 con el técnico francés Philippe Lucas, conocido por su espartano régimen de entrenamiento. Ahora entrena con el entrenador Bernd Berkhahn.
Van Rouwendaal estuvo constantemente al frente
Van Rouwendaal ya había indicado de antemano que no ve el Mundial como un aperitivo en el año olímpico y estuvo a la altura de esas palabras desde el principio. Estuvo constantemente en cabeza desde el primer segundo y tomó regularmente la iniciativa.
Por ejemplo, después de más de una hora, Van Rouwendaal intentó alejarse nadando de sus competidoras, de las cuales la campeona mundial alemana Leonie Beck sólo ocupaba la decimoquinta posición. Ese intento no tuvo éxito, porque la francesa Lisa Pou, nadando para Mónaco, la adelantó.
Van Rouwendaal volvió a tomar la delantera en la penúltima vuelta. En la última vuelta, al nativo de Baarn se le unió su compañero de entrenamiento Johnson, quien continuó y en poco tiempo se adelantó al resto. Van Rouwendaal lideró la persecución, pero De Valdés lo adelantó.
En la última boya, un grupo de cinco nadadores giró hacia la meta. Van Rouwendaal siguió a Johnson, que parecía cansado. Van Rouwendaal todavía tenía energía y consiguió el empujón que soñaba de camino a París.