El acuerdo de amnistía español de Pedro Sánchez fracasa mientras los separatistas se rebelan


Desbloquea el Editor’s Digest gratis

El acuerdo de amnistía que le dio al primer ministro de España otro mandato en el cargo se estaba resquebrajando el martes cuando los separatistas catalanes amenazaron con votar en contra del proyecto de ley que supuestamente aseguraría su apoyo a Pedro Sánchez.

Los enfrentamientos de último minuto por la ley de amnistía, que pretende absolver a los separatistas por presuntos delitos relacionados con un fallido intento de independencia en 2017, subrayaron la volatilidad provocada por la negociación de Sánchez para obtener votos parlamentarios.

El drama surgió porque Juntos por Cataluña, un partido independentista de línea dura, exige que la legislación de amnistía cubra a todos los separatistas acusados ​​de irregularidades, incluidos aquellos bajo investigación por posibles delitos de terrorismo.

Señala la fragilidad del gobierno de Sánchez y el riesgo de que sus intentos de gobernar el país en los próximos meses se vean eclipsados ​​por repetidos trueques y disputas con Juntos, cuyos votos necesita para aprobar cualquier legislación.

Sánchez, primer ministro desde 2018, ha enfrentado un aluvión de críticas por parte de los conservadores y algunos miembros de su propio partido socialista por llegar a un acuerdo de amnistía en noviembre que, según dicen, socava el estado de derecho y antepone sus propios intereses a los del país.

Con la votación programada para el martes por la tarde, Juntos busca enmiendas para proteger a algunos de sus miembros, incluido el líder autoexiliado Carles Puigdemont, contra las medidas de los jueces españoles para investigarlos por terrorismo y traición.

Un funcionario de Together dijo que el proyecto de ley de amnistía en su forma actual no garantizaba los objetivos de “incluir a todos y ser inmediatamente aplicable”, especialmente porque partes del poder judicial buscaban “boicotear la ley y dejar fuera a los partidarios de la independencia”.

Juntos seguirían “negociando hasta el último minuto” para introducir enmiendas, pero “si estos cambios no se aceptan, [it] no podrán votar a favor de la ley”, dijo el funcionario.

Los posibles cargos de terrorismo se relacionan con un grupo independentista llamado Tsunami Democràtic que está implicado en protestas masivas, incluido un bloqueo del aeropuerto de Barcelona en 2019. El juez Manuel García-Castellón ha dicho que está investigando si Puigdemont dirigió esos actos. Otro juez, Joaquín Aguirre, está investigando posibles vínculos entre el círculo íntimo de Puigdemont y Rusia y ha citado indicios de traición.

El partido de Sánchez y Juntos acordaron la semana pasada modificar el proyecto de ley de amnistía para que cubra a los acusados ​​de terrorismo a menos que “se relacione con una violación grave de los derechos humanos”.

No obstante, las últimas medidas tomadas por los jueces han puesto nervioso al partido de Puigdemont, a pesar de que personas cercanas a él dicen que los jueces son conservadores con motivaciones políticas que manejan información falsa.

Puigdemont es un prófugo de la justicia española, ya que lideró el intento de independencia de 2017 y luego huyó a Bélgica para escapar del arresto. Se enfrenta a cargos de desobediencia y malversación de fondos públicos.

Sánchez ha dicho que el acuerdo de amnistía es necesario para desactivar el conflicto sobre el estatus de Cataluña dentro de España. Pero su gobierno se mostró reticente el martes sobre si accedería a las últimas demandas separatistas.

Pilar Alegría, la portavoz del Gobierno, dijo estar “firmemente comprometido” con la legislación y destacó que “lo realmente importante es garantizar el Estado de derecho y la constitucionalidad de la amnistía”.

Algunos expertos legales dicen que la amnistía ya violaría la constitución y que las demandas de Together harían aún más probable que sea anulada por los tribunales.

Los críticos de Sánchez, liderados por el conservador Partido Popular, han advertido que el presidente del Gobierno se ha dejado a merced de Juntos, un partido que desafía la legitimidad del Estado español y cuyo historial reciente sugiere que emitirá nuevas demandas cada vez que el presidente necesite su apoyo.

Lucía Méndez, columnista del diario conservador El Mundo, dijo que el mensaje al Gobierno de los jueces con Puigdemont en la mira fue: “Oiga, estamos actuando conforme a la ley. Si has hecho un pacto político con Juntos, ese es tu problema”.

Dijo que si Together votaba el martes en contra de la última versión del proyecto de ley de amnistía, no significaría el fin del esfuerzo, sino que iniciaría otra ronda de disputas sobre el texto. “La votación de hoy es un drama político, no un drama total, porque la ley no va a caer”, afirmó. “Pero es terrible para los socialistas porque están haciendo el ridículo”.



ttn-es-56