Después de un día lleno de protestas campesinas, el Primer Ministro Gabriel Attal hizo algunas promesas a los agricultores. Pero los agricultores consideran que estos compromisos son insuficientes para satisfacer sus demandas y continuar las protestas.
Attal habló con los agricultores del pueblo de Montastruc-de-Salies, situado al suroeste de Toulouse. Attal dijo que el gobierno «ha captado el mensaje y la agricultura estará por encima de todo».
El Primer Ministro indicó que el Gobierno está dispuesto a retirar el aumento del impuesto al diésel. El Primer Ministro también anunció ayudas para los ganaderos que se enfrentan a las enfermedades del ganado y quiere ver si se pueden adaptar determinadas normas europeas.
La mayor organización de agricultores de Francia (FNSEA) considera inadecuados los compromisos de Attal y, por tanto, los rechaza. El director general de la FNSEA cree que Attal no aborda todas las cuestiones y afirma que, por tanto, las protestas deben continuar.
Los agricultores creen que los precios de sus productos se están volviendo inaceptablemente bajos y que las medidas energéticas y medioambientales son demasiado caras. También piensan que hay demasiada burocracia. Los sindicatos de agricultores exigen, entre otras cosas, precios mínimos garantizados e impuestos más bajos, como por ejemplo sobre el diésel, que es más barato para las empresas.
Varios camiones saqueados durante los bloqueos
Las carreteras de toda Francia fueron bloqueadas el viernes por agricultores que protestaban. Lyon estuvo prácticamente cerrada durante todo el día y París se volvió cada vez menos accesible.
Se produjo un enorme atasco en la frontera española en Le Perthus, entre Barcelona y Perpiñán. Se impidió la entrada de camiones a Francia porque los agricultores veían su carga como una competencia desleal. En varios lugares, los agricultores asaltaron los camiones y saquearon la carga.
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