El año pasado, Rusia importó chips estadounidenses y europeos por valor de más de mil millones de dólares. Esto a pesar de las sanciones occidentales a las exportaciones, cuyo objetivo es impedir que la alta tecnología llegue a la industria de defensa rusa.
Esto es lo que escribe la agencia de noticias Bloomberg basándose en datos secretos de la aduana rusa. Esos datos muestran que más de la mitad de los chips importados por Rusia en 2023 fueron fabricados por empresas estadounidenses y europeas.
Entre las empresas mencionadas por Bloomberg se encuentran, además de la estadounidense Intel y la alemana Infineon, dos empresas con sede en Holanda. Se trata de NXP en Eindhoven y STMicroelectronics, una empresa franco-italiana establecida formalmente en Schiphol como sociedad anónima.
En total, los datos de aduanas mostraron que Rusia importó chips por valor de 1.700 millones de dólares (15.600 millones de euros) en los primeros nueve meses del año pasado. Se dice que la mayor parte de esta cantidad, 1.200 millones de dólares, fue exportada por un total de veinte empresas, incluidas algunas chinas y taiwanesas. Los datos aduaneros analizados por Bloomberg no indican cómo ni por qué ruta la tecnología occidental pudo haber llegado a Rusia. Aunque Rusia ya no puede importar los productos directamente, los chips y otros productos sancionados todavía se pueden obtener a través de terceros países como China, Turquía, Kazajstán o los Emiratos Árabes Unidos.
NXP dijo en una respuesta NRC que la empresa está “comprometida” a “cumplir la ley”. “Trabajamos duro para garantizar que nuestros productos no acaben de forma inapropiada en países embargados, incluidos Rusia, Irán y Bielorrusia, para su uso en armas y otros sistemas para los que no están destinados”, decía un comunicado por correo electrónico.
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STMicroelectronics dijo por correo electrónico que cumple con “todas las regulaciones de comercio internacional” a través de un programa de control interno que consta de procedimientos y capacitación. Tanto NXP como STMicroelectronics dicen que tienen contacto regular con agencias gubernamentales.
De ninguna manera
Las otras empresas en cuestión también han declarado, según Bloomberg, que cumplen “plenamente” las sanciones, han cesado sus actividades en Rusia tras la invasión rusa de Ucrania y no han violado las normas en modo alguno.
La revelación muestra una vez más lo difícil que es hacer cumplir plenamente las sanciones y restringir todas las rutas de suministro en un mundo globalizado.
Aunque Estados Unidos y Europa amenazan a esos países con sanciones “secundarias” (sanciones que deberían afectar a las empresas y bancos en los países de tránsito) es prácticamente imposible controlar las exportaciones a través de esas rutas. Este es a menudo el caso uso dual-productos: artículos médicos o domésticos, como lavadoras, cuyas partes, como los chips, pueden utilizarse para la industria de defensa.
Programa de investigación presentado el mes pasado hora de noticias que una empresa de Voorschoten, propiedad de un propietario ruso, exportaba tecnología autorizada a Rusia a través de los Estados bálticos. A principios de enero, el servicio de investigación FIOD realizó tres detenciones en el marco de una investigación a gran escala sobre la elusión de las sanciones europeas contra Rusia. Los dos hombres y una mujer de La Haya son sospechosos de haber eludido las sanciones contra Rusia y de formar parte de una red internacional de contrabando.
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