El nuevo primer ministro francés encabezará el gabinete de veteranos


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Emmanuel Macron, presidente de Francia, y el nuevo primer ministro Gabriel Attal nombraron el jueves un gabinete más pequeño que retuvo a conocidos pesos pesados ​​en cuatro de los principales ministerios, incluidos Economía y Finanzas.

La reorganización se produce sólo unos días después de que Macron eligiera a Attal, su protegido de 34 años que había sido ministro de Educación, para convertirse en el primer ministro más joven de Francia. Representa una apuesta a que la energía y popularidad de Attal reiniciarán el segundo mandato del presidente, plagado de problemas, y atenuarán la creciente amenaza de la extrema derecha antes de las elecciones parlamentarias europeas.

“Quiero acción, acción y acción, y resultados, resultados y resultados”, dijo Attal en el canal de noticias TF1, prometiendo que su equipo trabajaría incansablemente para “responder a las necesidades del público francés”.

En la reorganización, Bruno Le Maire permanecerá en Bercy, el Ministerio de Finanzas, que dirige desde 2017, y añadirá la cartera de energía a sus competencias, desafiando los rumores de último momento de que se marcharía.

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, encargado de la planificación de la seguridad para los próximos Juegos Olímpicos de verano, permanecerá en el cargo, junto con el ministro de Justicia, Eric Dupond-Moretti. También queda el ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, un leal a Macron que había estado en la lista corta para primer ministro.

La gran sorpresa fue Rachida Dati, una política conservadora que fue ministra de Justicia bajo el entonces presidente Nicolas Sarkozy. Será ministra de Cultura.

Con la nueva elección, Macron quiere pasar página en un año difícil marcado por protestas por la reforma de las pensiones en primavera, disturbios en junio por un tiroteo policial y batallas parlamentarias por un proyecto de ley de inmigración en diciembre.

Pero las medidas no resuelven su principal problema: su alianza centrista ya no tiene mayoría parlamentaria, lo que le dificulta mucho avanzar en su agenda de reformas para impulsar la economía y reparar los servicios públicos.

La reorganización también plantea la cuestión de cuánta libertad tendrá Attal, relativamente no probado, para dar forma a la estrategia, dado que Macron ha retenido a tantos veteranos que ya están anclados en sus ministerios.

“Attal puede terminar siendo más un director de orquesta del gobierno que su jefe, y las grandes voces como la tuba, el barítono y el tenor siguen teniendo mucho peso”, dijo el analista político Christophe Barbier en BFMTV.

Hubo algunas novedades: Stéphane Séjourné, uno de los primeros aliados de Macron y miembro del Parlamento Europeo que lidera el grupo liberal Renew, sustituirá a Catherine Colonna en el Ministerio de Asuntos Exteriores.

Catherine Vautrin, una exdiputada de derecha que había estado al frente de una agencia de vivienda pública, encabezará un ministerio combinado de trabajo y salud, reemplazando a Olivier Dussopt como ministro de Trabajo. Se había visto debilitado por la batalla por las pensiones del año pasado y por problemas legales.

Attal dijo que planeaba seguir liderando la política educativa y seleccionó a una novata en la materia, la ministra de deportes Amélie Oudéa-Castéra, para dirigir un ministerio de educación y deportes ampliado.

Mathieu Gallard, encuestador de Ipsos, cuestionó el impacto de la reorganización. “Hay una cierta evolución en el casting pero no son cambios importantes y no llegan grandes nombres nuevos”, afirmó.

“En nuestras encuestas podemos ver que, a diferencia del primer mandato de Macron, el público ya no sabe hacia dónde se dirige ni cuáles son sus objetivos durante el tiempo que le queda en el cargo. El nuevo gabinete aún no responde a esa pregunta”.

Macron saldó cuentas con aquellos que habían caído en desgracia. Rima Abdul Malak, que molestó a Macron al decir que el actor Gérard Depardieu debería ser despojado de su Legión de Honor por acusaciones de acoso sexual, fue destituida para dejar espacio a Dati.

El ministro de Transportes y primer aliado, Clément Beaune, no estaba en la lista de ministros después de expresar dudas sobre la dureza de la ley de inmigración.

En su tradicional discurso de año nuevo, Macron prometió un renovado impulso para lograr una Francia “más fuerte y más justa” a fin de “liberar, proteger y unir” lo que describió como una sociedad dividida e inquieta. También acuñó frases que, según sus asesores, guiarían los tres años restantes en el cargo: concretamente, lograr el “rearme” cívico y económico y la “regeneración” de las filas políticas con caras nuevas.

Ésa es la misión que Macron ha encomendado a Attal, quien el martes prometió ser audaz y ayudar rápidamente a la clase media a hacer frente al aumento del coste de la vida. “Tendré un objetivo: mantener el control de nuestro destino y liberar el potencial de Francia”, dijo el primer ministro.

Ha disfrutado de un ascenso meteórico en varios puestos del gabinete, incluido el más reciente como ministro de Educación y antes como portavoz del gobierno durante la pandemia de Covid-19. Recientemente se convirtió en el político más querido en Francia, según Ipsos, con un índice de aprobación del 40 por ciento, frente al 27 por ciento de Macron.

Se espera que Attal celebre su primera reunión ministerial el viernes y pronuncie un discurso ante el Parlamento la próxima semana para exponer su visión y su hoja de ruta legislativa.



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