Los hoteles, pubs y restaurantes deben cobrar más dinero por la comida, las bebidas y el alojamiento para evitar la quiebra. Las empresas obtienen cada vez menos beneficios porque se enfrentan a costes crecientes. Por tanto, son necesarios precios más altos.
Así lo afirmó el lunes la presidenta de Koninklijke Horeca Nederland (KHN), Marijke Vuik, durante la feria Horecava. “Oímos que los empresarios están preocupados, pero cuando piden ayuda, en realidad ya es demasiado tarde”.
Para compensar el aumento de costes, las empresas de restauración deberían mantener márgenes de beneficio de una media del 10 al 13 por ciento, según Vuik. Ahora los empresarios tienen que conformarse con entre el 7 y el 9 por ciento. Eso es muy poco, piensa Vuik.
Según ella, el sector de la restauración ya está intentando reducir los costes lo máximo posible, por ejemplo comprando a un precio más bajo. Pero algunos acontecimientos, como el aumento de la inflación, son algo que los empresarios poco pueden hacer para cambiar. Por eso tienen que aumentar los precios, afirma Vuik. No puede decir exactamente cuánto más caro debería ser todo. Esto varía mucho de una empresa a otra.
A primera hora quedó claro que el número de establecimientos de restauración ha disminuido por primera vez desde 2015. KHN atribuye esto al aumento de los costes, que los operadores sólo pueden repercutir de forma limitada en sus precios de venta.
En particular, las empresas que no pudieron utilizar el apoyo del coronavirus durante la pandemia ahora están pasando por momentos difíciles, afirma Vuik.