Los parlamentarios Robrecht Bothuyne y Joke Schauvliege presentan diez propuestas para un mercado inmobiliario más saludable, en el que más familias trabajadoras y solteros puedan adquirir su propia casa.
Una de las propuestas es que deberíamos deshacernos de la contribución propia que exigen la mayoría de los bancos. En caso de una reducción temporal de la capacidad de pago, los consumidores también deberían poder solicitar a su banco una ampliación del plazo del crédito sin los elevados costes de un registro hipotecario adicional.
Además, hay que reducir los impuestos de matriculación. CD&V quiere eliminar el impuesto de registro del 1 por ciento sobre el importe del préstamo para el que se registra la hipoteca.
Para garantizar una mayor oferta de viviendas, el partido quiere estimular el mercado para construir 275.000 apartamentos adicionales, de los cuales 24.375 son apartamentos sociales, y 212.500 casas, de las cuales 18.750 son viviendas sociales.
Por último, también debería haber más viviendas con un precio de compra o de alquiler relacionado con los ingresos. A estos se les debe dar prioridad a las personas de bajos ingresos y de clase media que tienen un vínculo demostrable con la región. Estas viviendas pueden estar hasta un 20 por ciento por debajo del precio de mercado.