Del “campo de batalla” a los buenos vecinos: Gastenhuis quiere contribuir al parque infantil de Ridderveld

Un campo de batalla. Así se podría describir el Ridderveld de Emmen hace dos años. Los residentes locales utilizan el lugar desde hace años como lugar de juego y de encuentro. Hubo gran indignación cuando aparecieron planes de construcción de atención a pequeña escala para pacientes con demencia.

Después de fuertes protestas, se reservó un tercio del campo para el barrio. Ya se ha firmado la paz: el refugio está prácticamente terminado. A los residentes locales se les ha prometido un campo de juego completamente nuevo en su campo. Se construirá a finales de este año.

Un lugar maravilloso para patear una pelota. O para hacer una fiesta de barrio. Los habitantes de los alrededores de Ridderveld, en la zona central de Emmen, se sintieron algo contentos después de la demolición de la escuela Vrije School Michael en Ridderveld. Durante años, el municipio aspiraba a realizar nuevas construcciones en el lugar. Ya en 2017 estaba previsto construir un complejo residencial para personas con demencia. El barrio rechazó en su momento el plan y pensó que así se acababa el asunto.

Hace unos tres años, a los residentes locales se les informó que el refugio con el nombre de Guest House todavía estaría disponible. El barrio sugirió ubicaciones alternativas, ideó su propio plan para el campo de juego y dio la voz de alarma al ayuntamiento de Emmer. No ayudó. El único beneficio obtenido fue la preservación de parte del sitio.

Los residentes locales reunidos en el comité de Ridderveld están negociando actualmente con el municipio sobre el uso del lugar. Según Ilona Scheeve, miembro del comité, actualmente se están manteniendo conversaciones con el municipio y con un proveedor de equipamiento para parques infantiles. “Nos están presentando algunos diseños. La intención es darles una última oportunidad este mes”. Si todo va bien, todavía estará allí antes del verano.

Según Scheeve, el barrio propuso darle al conjunto una temática similar a la de un castillo. “Teniendo en cuenta el nombre, es muy apropiado”. Según Sharon Regts, otra residente local, también se han presentado ideas para árboles frutales y borduras con hierbas. El barrio debe recaudar fondos por sí mismo para costear parte de la construcción. Junto con el municipio y otras aportaciones, espera alcanzar una cantidad de unos 55.000 euros. “También hemos pedido descaradamente una contribución a la Casa de Huéspedes. Pero todavía no hemos recibido respuesta.”



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