Andreas Eschbach es algo así como el alemán Dan Brown. Su novela “Un billón de dólares” (2001), publicada dos años antes que “El código Da Vinci”, es un experimento que juega con mitos, teorías de conspiración y hechos históricos: ¿Qué harías si heredases inesperadamente un billón de dólares? Mientras Eschbach lo convierte en un apasionante thriller empresarial en su grueso libro, los guionistas Stefan Holtz y Florian Iwersen, galardonados con el premio Grimme por “El caso Ibiza”, elevan un poco el material en su versión en serie.
La miniserie de seis capítulos, en la que Philip Froissant interpreta al mensajero berlinés en bicicleta John Fontanelli, que de la noche a la mañana se convierte en el hombre más rico del mundo, y Oliver Masucci como el diabólico experto en informática Malcolm McLaine, proxeneta la historia actualizada en la que el clima La crisis se convierte en el tema central. Se explica el problema de la humanidad con tomas espectaculares desde Berlín o Florencia y ópticas de alta calidad, pero detrás de todo esto en última instancia solo se esconde una aburrida historia de crímenes empresariales que entusiasmará especialmente a los estudiantes de economía y economía. (Supremo+)