“Hacía algunos años que no celebrábamos la Navidad juntos y este año decidimos que sería lindo volver a reunirnos: mi madre, mi hermano, mi cuñada y los niños. Decidimos hacerlo en mi casa. Como no tenía ganas de pasar días en la cocina, la idea era crear un buffet ambulante, donde cada uno traería algo. Mi hermano lo sugirió y pensé que era una gran idea. Me ahorra muchas molestias y tenemos todo tipo de platos diferentes”.
Planes de buffet continuos
“Tres semanas antes de Navidad pregunté qué íbamos a hacer. Sugerí que lleváramos snacks, vino y bebidas y también proporcionaríamos lomo, croquetas de patata y un trozo de trino. Mi madre sugirió hacer algunos dulces para el café y mi hijo preparó algunas guarniciones. Y luego se hizo el silencio. Para mi sorpresa, no recibí respuesta de mi hermano, mi cuñada y sus dos hijos.
Después de un recordatorio y dos semanas de espera, comencé a preocuparme. ¿Se habían olvidado? ¿O simplemente no estaban interesados? Decidí preguntarle nuevamente, esta vez directamente a mi cuñada. Después de todo, era casi Navidad”.
Silencio antes de la tormenta
“Lo que empezó como una simple pregunta rápidamente se convirtió en una gran discusión. Mi cuñada respondió tajantemente que estaba ocupada y que no debía quejarme tanto. No entendí su reacción; Acabamos de acordar esto, ¿verdad? Además, era casi Navidad. Una cosa llevó a la otra, y antes de darme cuenta estábamos envueltos en una acalorada discusión y me preguntaba si todavía deberíamos celebrar la Navidad juntos.
Finalmente mi hermano llamó para decir que todo estaría bien y que traerían algo con ellos también. ¿Fue tan difícil? No había vuelto a hablar con mi cuñada y decidí que era mejor dejarlo así. En cualquier caso, me acerqué al día de Navidad con desgana”.
‘Feliz navidad
“El ambiente era tenso, y aunque finalmente llegó el buffet, la alegría era difícil de encontrar. Intenté compensarlo, pero mi cuñada se mantuvo distante. Incluso cuando jugábamos, ella prefería sentarse en el sofá con una copa de vino llena. Fue la Navidad más incómoda que jamás haya experimentado. Por eso a partir de ahora prefiero celebrar la Navidad con mi propia familia. Ahorra muchas molestias y molestias”.
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