Gracias al esfuerzo de más de 700 bomberos y voluntarios, los habitantes de los pueblos de Langholt y Hollen, en Frisia Oriental, escaparon de una Navidad desastrosa.
Dos diques amenazaron con colapsar bajo la presión del alto nivel del agua. Los bomberos pasaron horas reforzando las defensas contra inundaciones. “Contaron con la ayuda de muchos voluntarios”, afirma Philipp Koenen del Landkreis Leer. “Se colocaron, entre otras cosas, muchos sacos de arena”.
Varias calles bajo el agua
Algunas calles de Langholt se inundaron, pero se evitaron más daños. Los residentes no tuvieron que ser evacuados. Los bomberos anunciaron el martes por la tarde que los diques vuelven a estar estables. Se espera que el nivel del agua baje el miércoles por la mañana, cuando la marea esté baja.