Samsung ha cambiado su hoja de ruta para construir una nueva fábrica de chips con sede en Taylor, Texas. Si bien el grupo coreano tenía como objetivo iniciar la producción para la segunda mitad de 2024, se espera que no cumpla sus compromisos, retrasando este plazo hasta 2025. Samsung acusa…
Samsung ha cambiado su hoja de ruta para construir una nueva fábrica de chips con sede en Taylor, Texas. Si bien el grupo coreano tenía como objetivo un inicio de producción para la segunda mitad de 2024, se espera que no cumpla sus compromisos, retrasando este plazo hasta 2025.
Samsung se queda atrás, la administración de Biden está insatisfecha
Anunciada en 2021 con un coste estimado de 17.000 millones de dólares, Samsung decidió construir esta fábrica para volver a estar a la par de su más feroz competidor, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC). Para que este sitio pudiera ver la luz, el grupo tuvo que inyectar 8 mil millones de dólares adicionales en respuesta a la inflación. La empresa contaba con un inicio de producción a finales de 2024 para que la factura no aumentara, pero una persona cercana al proyecto aseguró Reuters eso » Cuanto más tarde esté terminada la fábrica, mayor será su costo. «. A pesar de todos sus esfuerzos, Samsung sabe que no respetará su cronograma inicial según información de Diario económico de Seúl.
La causa es la escasez de trabajadores experimentados en el sector de la ingeniería civil y de técnicos especializados en la instalación de las máquinas necesarias para la producción de chips. TSMC, que planea construir una fábrica en Arizona, también había retrasado el inicio de su producción, alegando las mismas razones.
Al cambiar su horario, la empresa tendrá que volver a meterse la mano en el bolsillo. Sin embargo, no superaría el plazo que se había fijado, es decir, 2026, para garantizar los créditos fiscales prometidos.
Si Samsung no está contento con este retraso, lo mismo ocurre con Washington, que contaba con el despliegue de centros operativos de producción de chips a más tardar a finales de 2024. En agosto de 2022, Joe Biden ratificó la Ley de Chips y Ciencia con el objetivo de estimular la producción de semiconductores en suelo estadounidense, en particular para evitar futuros problemas de suministro, como durante la escasez de componentes electrónicos de 2021. Muchas empresas como GlobalFoundries, Qualcomm y TSMC habían anunciado inversiones en suelo americano.
Para el Presidente de los Estados Unidos, se esperaba que este proyecto de ley aumentara su popularidad. Al crear casi un millón de puestos de trabajo y responder a un problema tecnológico antes de finales del próximo año, Joe Biden esperaba obtener un amplio apoyo de la población. Sin embargo, dados los retrasos anunciados por Samsung y TSMC, estos objetivos no se alcanzarán, al menos no antes de las elecciones, lo que supondría un revés para la Administración Biden.