Para las mujeres, cuidar de una familia puede ser una barrera para ingresar al mercado laboral y al pleno empleo, produciendo una marcada desigualdad de género. Los números lo demuestran: el 53% de las mujeres no buscan trabajo por estos motivos en contra8% algunos hombres. Idéntica dinámica cuando hay voluntad de emplearse: la 21% de las mujeres permanecen fuera del mercado laboral por motivos de cuidado familiar en comparación con 5% algunos hombres. Empleo a tiempo parcial (que implica 20% de empleados) tiene predominio femenino (32%) en comparación con los hombres (menos de8%): la mayoría de las mujeres eligen esta modalidad para gestionar mejor las necesidades familiares.
Cómo revolucionar el bienestar familiar
Estos son los datos recogidos por el estudio “El potencial del trabajo doméstico” de Nuova Collaborazione editado por Centro Einaudi que sugiere medidas para conciliar mejor la vida laboral y privada: «Es fundamental considerar – leemos en el documento – cómo las políticas públicas pueden influir positivamente en la participación en el mercado laboral, especialmente de las mujeres, a través de servicios de apoyo familiar e incentivos al empleo». La revolución en el bienestar familiar puede iniciarse a través de cuatro pasos: un bono infantil flexible para apoyar el trabajo y la formación, un sistema dinámico de reembolso de los servicios de cuidados, una “mochila fiscal” personalizada y una exención fiscal más marcada para los salarios en el sector del trabajo doméstico.
Un “súper bono” para los niños
La primera propuesta para aumentar la participación en el mercado laboral es la extensión del bono por el pago de guarderías al trabajo doméstico para el cuidado de niños de hasta 12 años (alrededor de 6 millones de personas). La asignación mensual, en función de la situación laboral y económica de la unidad familiar, cubriría el 70% de los gastos de cuidado de los hijos (con un aumento al 84% para el uso de escuelas infantiles) con un límite máximo de 600€ mensual. El costo seria aprox. 4 mil millones de euros. Pero, subraya el estudio, hay que tener en cuenta los efectos positivos sobre las finanzas públicas: “La intervención se considera un medio para generar mayores ingresos fiscales y reducir el gasto en medidas de apoyo a los ingresos”.
Un subsidio mensual para contratar cuidadores.
Un esquema similar debería aplicarse para la contratación de cuidadores: el subsidio cubriría el 70% del costo incurrido por la asistencia y varía en función de las horas trabajadas por el solicitante. La prestación máxima es de 1.200 euros al mes (con reducciones proporcionales para familias con ISEE superior). También en este caso sería un estímulo para liberar un tiempo precioso que las familias pueden dedicar al mercado laboral.
La mochila fiscal
El paquete de propuestas incluye también la “mochila fiscal”. ¿De qué se trata? Se trata de una reforma para flexibilizar y hacer más eficaz el sistema de bonificaciones y beneficios fiscales: «Los contribuyentes acumulan anualmente una cantidad nominal de derechos a bonificaciones, que pueden utilizar o reservar en una “mochila” de créditos fiscales. Estos créditos no son estáticos, sino que crecen con el tiempo en función de la capitalización del crédito no utilizado al final del año anterior, del crecimiento del PIB nominal: también pueden transferirse entre miembros de la familia.”