Primero disparó a su padre y luego apuntó con su arma a estudiantes y turistas. David Kozák, de 24 años, provocó la peor masacre de la historia checa en la Universidad de Praga. Al menos catorce personas murieron y otras treinta resultaron heridas. El asesino en masa, un ex estudiante, anunció de antemano que tenía la intención de “dejar atrás el mayor dolor posible”.
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