Con la llegada de la inteligencia artificial (IA) generativa impulsada por el lanzamiento de ChatGPT a finales del año pasado, muchas empresas privadas han buscado apropiarse de esta tecnología para…
Con la llegada de la inteligencia artificial (IA) generativa impulsada por el lanzamiento de ChatGPT a finales del año pasado, muchas empresas privadas han buscado apropiarse de esta tecnología para mejorar su rentabilidad o simplificar la vida diaria de sus empleados. Este es también el caso del Estado, que el pasado mes de octubre lanzó un experimento destinado a implementar próximamente una herramienta de inteligencia artificial en los servicios públicos, junto con varias iniciativas.
Con Albert, los servicios públicos entran en la era de la IA generativa
Lanzado por Stanislas Guerini, Ministro de Transformación y Función Pública, a través de la dirección interministerial para la transformación pública, el proyecto Public Services+ tiene como objetivo apoyar a los servicios públicos en el uso de la inteligencia artificial. Desde hace casi dos meses, 1.000 agentes voluntarios de la función pública, de la CAF, del seguro de vejez y del seguro de salud, utilizan la IA generativa para redactar más rápidamente las respuestas a las opiniones de los usuarios.
Los primeros resultados de este experimento parecen claros. Gracias a esta herramienta, el tiempo medio de respuesta se habría reducido de siete a tres días, mientras que la IA permite soportar la redacción de al menos una respuesta de cada dos. Más de siete de cada diez agentes consideran útil utilizarlo, mientras que el 74% de los usuarios encuestados afirma estar satisfecho con la respuesta recibida.
Además de esta prueba a gran escala, el departamento digital interministerial (DINUM) está desarrollando una herramienta de IA generativa. Llamado Albert, este modelo de código abierto ofrece “ respuestas personalizadas, transparencia de las fuentes y facilidad de acceso para todas las administraciones”, como se indica en un comunicado de prensa del gobierno. Albert debería incorporarse a las 2.600 casas de servicios de Francia en los próximos meses.
Además, DINUM no se limitó a diseñar su propia IA generativa. También ha apoyado seis iniciativas desde julio pasado como parte de su incubadora de Alianzas. Todos buscan responder a los problemas encontrados dentro de los servicios públicos utilizando inteligencia artificial. Uno de ellos, CamemBERT, cuenta con el apoyo del instituto nacional de investigación en ciencias y tecnologías digitales. Este modelo de procesamiento automático del lenguaje, muy utilizado por las empresas francesas con 22 millones de descargas en cuatro años, debería actualizarse próximamente.
Por el momento, la IA de servicio público no puede ser utilizada directamente por los usuarios de Internet y sólo puede ser utilizada por funcionarios públicos. Stanislas Guerini y Jean-Noël Barrot, ministro responsable de la transición digital y de las telecomunicaciones, esperan que así sea en el futuro. Sin embargo, son conscientes del largo camino que queda por recorrer para conseguirlo.