Con una unidad inusual, los republicanos de la Cámara de Representantes decidieron el miércoles iniciar una investigación oficial de juicio político contra el presidente Joe Biden. El paso formal, que parecía inevitable desde el otoño, otorga a los republicanos más poder para exigir información financiera a la familia Biden y citar a testigos.
Más que un intento real de destituir al presidente, la investigación parece tener como objetivo dañar a Biden en el período previo a las elecciones del próximo año. Los republicanos llevan años buscando pruebas de “abuso de poder, obstrucción de la justicia y corrupción” por parte de Biden. La acusación es que se enriqueció durante su vicepresidencia bajo Barack Obama con los turbios negocios de su problemático hijo Hunter Biden en Ucrania y China.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, habla de una investigación sobre “el papel del presidente en la promoción de los supuestos planes de influencia de su familia” que, según se dice, “han recaudado millones de dólares en pagos de los adversarios extranjeros de Estados Unidos”.
Sin evidencia
Hunter Biden ha admitido que se benefició de su famoso apellido en sus asuntos internacionales, pero que su padre nunca desempeñó un papel activo en ellos y mucho menos influyó en la política gubernamental. A pesar de los frenéticos esfuerzos, los republicanos no han podido desenterrar hechos que vinculen al presidente con esto. Sin embargo, debido a los escándalos que rodean a Hunter y a la cantidad de humo – permanentemente avivado – que existe alrededor de la familia, muchos votantes estadounidenses sospechan que también debe haber fuego.
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Biden: truco político infundado
En una declaración escrita, Biden calificó la investigación de juicio político como basada en “mentiras” y un “truco político infundado”.
Su hijo Hunter se mostró más combativo. Fue citado para comparecer ante el comité de acusación no oficial el miércoles, pero se negó a hacerlo a puerta cerrada. “Los republicanos no quieren un proceso abierto donde los estadounidenses puedan ver sus tácticas, exponer sus investigaciones infundadas o escuchar lo que tengo que decir”.
Hunter Biden no sólo tiene el respaldo de los republicanos de la Cámara. El pasado viernes se filtró que está procesado por 1,4 millones de dólares (1,3 millones de euros) en fraude fiscal. Ya hay un caso en su contra por comprar ilegalmente un arma de fuego mientras era adicto al crack.
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