Rusia ha perdido hasta el 87 por ciento de su total de tropas terrestres activas y dos tercios de sus tanques desde que comenzó la invasión de Ucrania. Así se desprende de un informe del servicio de inteligencia estadounidense.
De los 360.000 soldados que entraron en Ucrania, incluido el personal contratado y reclutado, Rusia perdió 315.000 en el campo de batalla. Según el informe, también se perdieron otros 2.200 de los 3.500 tanques. También fueron destruidos 4.400 de los 13.600 vehículos de combate de infantería y vehículos blindados de transporte de tropas, lo que supone una tasa de pérdidas del 32 por ciento.
Además, las pérdidas de Moscú en personal y vehículos blindados habrían retrasado la modernización militar de Rusia en 18 años.
«A finales de noviembre, Rusia había perdido más de una cuarta parte de sus reservas de equipos de fuerza terrestre antes de la invasión», decía el informe. “Esto ha reducido la complejidad y la escala de las operaciones ofensivas rusas, que no han logrado grandes victorias en Ucrania desde principios de 2022”.
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Flexibilización de las condiciones de contratación.
A pesar de las grandes pérdidas, Rusia logró mantener su esfuerzo bélico. “La magnitud de las pérdidas ha obligado a Rusia a tomar medidas extraordinarias para mantener sus capacidades de combate. Rusia ha anunciado una movilización parcial de 300.000 soldados para finales de 2022 y ha relajado las condiciones que permiten el reclutamiento de presos y ciudadanos de edad avanzada”, afirmó una fuente conocedora del informe. Además, Rusia decidió utilizar equipos más antiguos de la era soviética en el frente.
Según los funcionarios rusos, esta estimación occidental de las bajas rusas es muy exagerada y casi siempre subestima las pérdidas ucranianas, que según los funcionarios son enormemente altas.
A pesar de las grandes pérdidas de hombres y equipos, el presidente ruso Vladimir Putin está decidido a perseverar. Una contraofensiva ucraniana largamente esperada se estancó en el otoño, lo que llevó a funcionarios estadounidenses a sospechar que es poco probable que Kiev logre avances importantes en los próximos meses.