La presidenta de la Cámara de Representantes o Consejo de la Federación, Valentina Matviejenko, afirmó la semana pasada que las elecciones presidenciales que se celebrarán dentro de tres días a partir del 15 de marzo “significarán la finalización de la reunificación de las regiones” con Rusia.
La capacidad de Moscú para celebrar elecciones en lo que llama sus “nuevos territorios” es políticamente importante para el Kremlin. Pero plantea desafíos logísticos y de seguridad porque las fuerzas rusas controlan sólo parcialmente las cuatro regiones. La primera línea de la guerra entre Rusia y Ucrania pasa por estas regiones.
El anuncio encuentra una fuerte resistencia por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania. Ucrania declara que cualquier votación en estas áreas sería “ilegal e inútil” y una flagrante violación de las normas y principios establecidos del derecho internacional.
El presidente Vladimir Putin se postula para la reelección. Ha estado en el poder desde finales de 1999 y la oposición a las políticas gubernamentales ha sido reprimida. Por ejemplo, no se conoce ningún candidato que pueda competir con Putin en las urnas. Los rusos elegirán presidente en marzo para un mandato de seis años.
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