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Un buque de guerra estadounidense y varios buques comerciales fueron atacados en el Mar Rojo el domingo, según el Pentágono, en una posible escalada de las consecuencias del conflicto de Israel con Hamás en un corredor comercial vital.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos citó informes de ataques a barcos comerciales y al USS Carney, un destructor que había estado operando en la región y había derribado drones y misiles disparados desde Yemen en las últimas semanas, según funcionarios.
Los hutíes, un grupo rebelde respaldado por Irán que controla parte de Yemen, se atribuyeron por separado la responsabilidad de atacar dos barcos con un dron y un misil. El grupo dijo que los barcos estaban vinculados con Israel.
La Marina Real del Reino Unido confirmó que había recibido informes de ataques con aviones no tripulados y una explosión cerca del estrecho de Bab el-Mandeb, entre Yemen y África.
Los ataques subrayan los temores de que el conflicto militar entre Israel y Hamas pueda extenderse por todo el Medio Oriente, lo que tendría serias implicaciones para la estabilidad en la región y para el comercio global.
El Mar Rojo y las aguas que dividen Oriente Medio y África constituyen uno de los corredores comerciales más importantes del mundo y ofrecen un atajo para los barcos que viajan entre Asia y Europa.
En las últimas semanas, la industria naviera se ha visto sacudida por la creciente amenaza a los barcos en la región, particularmente después de que las fuerzas hutíes abordaran y secuestraran un portaaviones vinculado al empresario israelí Abraham Ungar en noviembre, desviándolo a un puerto cercano bajo su control.
Pero hasta el domingo, el número relativamente pequeño de barcos de propiedad israelí se consideraba el más expuesto, y algunos operadores optaron por desviarse de la región.
Entre las víctimas reportadas el domingo se encontraba un granelero de propiedad japonesa que «experimentó fuertes vibraciones» debido a una explosión cercana y pudo haber sido «golpeado por un objeto no identificado», según el grupo de seguridad marítima Ambrey. Ambrey, que ofrece consultoría y protección armada a los armadores, también dijo que un petrolero de propiedad surcoreana había «visto una explosión en el aire sobre el buque».
Los armadores han expresado en los últimos días su preocupación por la capacidad de los hutíes para determinar qué buques son de propiedad israelí. Los barcos pueden cambiar de manos y, en ocasiones, el propietario puede ser oscuro.
El Pentágono no identificó barcos que pudieran haber sido atacados además del USS Carney, y agregó que proporcionaría información a medida que estuviera disponible. La Royal Navy, que tampoco nombró a otras víctimas de los ataques, dijo que «se recomienda a los buques en las proximidades que tengan precaución».