Los pingüinos de barbijo toman unas diez mil siestas cortas al día, según muestra una investigación. Al quedarse dormidos brevemente durante un total de once horas al día, permanecen alerta a los enemigos y pueden sobrevivir.
“La gente no seguiría así”, afirma el investigador principal. “Pero los pingüinos sí”. Durante las siestas, los pingüinos pueden recuperarse brevemente, según una investigación publicada el jueves en la revista científica Ciencia.
Los científicos descubrieron que los pingüinos de la isla Rey Jorge en la Antártida se quedan dormidos muy brevemente miles de veces al día. Esto les permite vigilar casi constantemente sus nidos y proteger sus huevos y polluelos de los depredadores.
En los pingüinos de barbijo, uno de los padres se sienta en el nido durante varios días seguidos, mientras su pareja sale a comer. Si dormían más, sus huevos o crías se convertirían en presa de otros animales.
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Alrededor del mediodía, los pingüinos se duermen más profundamente
Utilizando EEG (la medición de las ondas cerebrales) e imágenes de vídeo, se contó el número de veces que los animales cerraron los ojos y se quedaron dormidos. Por ejemplo, se ha demostrado que los pingüinos realizan microsueños. Alrededor del mediodía durmieron un poco más. A esa hora del día la posibilidad de un ataque es menor.
Los pingüinos estudiados podían dormir de pie o tumbados. Aún no está claro si los pingüinos funcionan de manera óptima cuando están despiertos, pero ciertamente así parece. Los científicos destacan que se necesita una investigación más amplia.
Investigaciones con otros animales demostraron previamente que algunas especies duermen durante períodos de tiempo muy cortos sin afectar su rendimiento cuando están despiertas. Por ejemplo, los elefantes del bosque africano duermen una media de dos horas al día estando de pie. A veces no duermen durante dos días.