Minuto 65 en el KAA Gent Arena. Paul Nardi recibe el balón de un compañero, pero cuando el portero quiere patear el balón justo delante de un oponente que presiona, las cosas salen completamente mal. Nardi se rompe la pierna sin ningún contacto.
Nardi grita de dolor y se altera completamente al ver la extraña posición de su pie, con el hueso sobresaliendo. El estadio se queda en silencio, los gritos de Nardi se escuchan hasta el puesto de prensa, hasta lo más alto del estadio, y atraviesan el hueso.
Nardi necesita cuidados durante varios minutos, le vendan bien la pierna y se llevan al portero llorando. Sus compañeros de Gante están claramente conmocionados e intercambian miradas de preocupación. Luego resulta ser una fractura abierta. Sin duda, Nardi esperará meses de rehabilitación.
Hein Vanhaezebrouck reaccionó con mucha emoción durante la rueda de prensa. “No hay euforia ni alegría por el resultado. Esto realmente no tiene precedentes. Una pierna que simplemente se rompe sin contacto, nunca había visto eso en los 50 años que llevo en el fútbol”.
Vanhaezebrouck confirmó la fractura abierta. “No tiene nada que ver con sus ligamentos o su tobillo. Tiene la pierna rota. Los médicos del Hospital Universitario de Gante son unos verdaderos héroes. Esperemos que todo vuelva a estar bien”.