Tarjeta de votación vieja y hedor en el colegio electoral: esto también sucedió el día de las elecciones

Vote y espere por la noche el primer sondeo a pie de urna. Así fue el día de las elecciones para muchos brabanders la semana pasada. Pero en los numerosos colegios electorales de nuestra provincia sucedieron más cosas, como se puede ver en los formularios de todos los colegios electorales que ahora son públicos. No pudimos contener la curiosidad y miramos el título ‘Irregularidades y peculiaridades’.

Cada colegio electoral elabora un informe el día de las elecciones, que muestra los resultados de ese lugar, pero también todo lo que sucedió ese día. Resulta que a veces se trata de historias especiales.

“Tarjeta de votación en llamas”
Por ejemplo, se presentó alguien en Budel-Dorplein que todavía no estaba seguro de si la votación tendría sentido. “El elector quiere que un miembro de la mesa electoral le convenza públicamente de por qué debe votar”, se lee en el informe oficial. Negarse no era una opción, porque “de lo contrario, quemaría su tarjeta de elector”. No se indica si este votante finalmente está convencido…

En Grave, alguien quería votar con una tarjeta de elector de 2021, de las anteriores elecciones a la Cámara de Representantes. Obviamente no funciona así, esta persona no debería haber votado. Pero eso sucedió, como se desprende del informe oficial: se emitió un billete a alguien que no tenía un pase válido. Si esta persona todavía tuviera su tarjeta de elector de este año, fácilmente podría haber votado dos veces.

Sin confianza
Pero sucedieron más. En Rucphen alguien se llevó la papeleta a casa. Quizás un votante flotante que quería participar en un debate en el sofá de su casa, pero lamentablemente su propio contenedor con ruedas no cuenta como urna, por lo que esta persona no pudo emitir su voto.

En Altena, alguien indicó que “no tenía confianza” en los miembros de la mesa electoral, estaba convencido de que el recuento no iría bien. Este elector ha sido “invitado explícitamente a estar presente en el escrutinio”, se lee. No está claro si la invitación fue aceptada.

Olor a cocina
Quizás la historia más especial venga de Altena. Alguien se quejó del hedor en el colegio electoral. Según los informes, indicó que era “alérgica a los olores de la cocina” y tenía arcadas en su silla de ruedas eléctrica. Afortunadamente, el asunto no pasó a mayores: ‘Le dije a la señora que tomaremos nota de su denuncia. Esto fue suficiente.’



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