Por Michael Sauerbier
¡El calentamiento global está destruyendo los famosos parques del castillo de Potsdam! Cada vez más árboles gigantes viejos mueren debido al calor, la sequía y las tormentas. La Fundación del Castillo busca ahora árboles que puedan tolerar de forma sostenible el nuevo clima mediterráneo.
Praderas desnudas donde se alzaban enormes árboles, troncos caídos y ramas marchitas a lo largo del camino. El calor y la sequía de los últimos años han abierto amplios caminos en los tres parques palaciegos de Potsdam. “En Sanssouci y otros parques palaciegos mueren cada año entre 800 y 1.000 árboles”, informó el viernes el director del jardín, el profesor Michael Rohde.
Sólo en el parque del Palacio de Sanssouci, el número de cadáveres de árboles aumentó de 20 a 70 por año a 180 a 200. 3.500 más ya están enfermos. “Desde 2017 estamos experimentando un deterioro explosivo”, afirma el jefe de Schlösser, Christoph Martin Vogtherr. Malo porque: cada árbol fue colocado cuidadosamente hace siglos por los artistas del jardín Prince Pückler y Peter Josef Lenné. “Como un decorado de teatro”, dice el director del jardín, Rohde, que ahora se está derrumbando.
Peor aún: ¡los árboles replantados ya no crecen! A pesar del riego, la tasa de éxito cayó del 80 a sólo el 30 por ciento, y dos tercios de los árboles jóvenes de los viveros no sobreviven. La solución: “Ahora estamos cultivando nuevas especies en zonas de nuestros parques”, dice el encargado del jardín Rohde, “como robles torcidos en lugar de robles ingleses alemanes. Y luego mire: ¿qué árboles pueden tolerar el clima cálido y cuáles no?
Un procedimiento costoso y largo. Sólo después de 50 años un retoño de roble se convierte en un árbol majestuoso. Brandeburgo ya ha reconocido el problema. “El Estado y la UE apoyan a los parques catalogados con 30 millones de euros para la adaptación climática”, anunció la ministra de Cultura, Manja Schüle (47 años, SPD). El Ministro de Medio Ambiente, Axel Vogel (67 años, Partido Verde), pagará otros 25 millones por la protección contra las fuertes lluvias.
El director del jardín, Rohde, está contento: “Podemos utilizar el dinero para que los parques del castillo estén preparados para el futuro”. Pero no de la noche a la mañana. Rohde lo sabe: la muerte masiva de árboles en Sanssouci continuará en los próximos años.