Según Tata, desaparecerán 500 puestos de trabajo entre sus propios empleados y 300 entre los trabajadores externos. Estos son empleos en puestos gerenciales y de apoyo, no empleos en producción. Aún no está claro cómo se reducirá la fuerza laboral. Tata dice que no puede descartar los despidos forzosos.
La empresa lleva años siendo criticada por los efectos nocivos de la producción de acero sobre el medio ambiente. Los informes muestran que hay relativamente más casos de cáncer en Tata que en otros lugares. Particularmente controvertidas son las llamadas fábricas de coquización, donde se produce combustible para calentar los hornos de acero.
Sobre el Autor
Joram Bolle es reportero general de de Volkskrant.
Además, Tata emite mucho CO2 durante la producción de acero. A principios de este mes, Tata publicó un plan para reducir esas emisiones en los próximos años. Por ejemplo, quiere utilizar más hidrógeno como combustible y mezclarlo con más chatarra. Esto debería conducir a reducir las emisiones a la mitad para 2030. Tata quiere ser climáticamente neutral para 2045.
El problema con ese plan es que actualmente hay poco hidrógeno producido de forma ecológica disponible. Además, la chatarra reduce la calidad del acero.
Cubierta contra partículas
El plan también prevé cubrir las montañas con materias primas. Esta marquesina debe evitar la propagación de partículas. Esto no es suficiente para los residentes locales; Exigen el cierre de las fábricas de coque para 2030.
Tata Steel espera explícitamente que el gobierno implemente el plan. El fabricante de acero quiere reclamar parte de los 9.000 millones de euros que el gobierno ha acordado invertir en hidrógeno verde.
También en el mensaje Cuando se anuncian los recortes de empleo, Tata apela al gobierno. Para ser más ecológico, Tata dice que necesita “una posición competitiva fuerte”: “Especialmente cuando cada vez más países están aplicando una política industrial más activa, lo que también perturba la igualdad de condiciones en Europa”.