Pintura, tiza y dibujo. Todo fue posible ayer en el Museo Drents de Assen. El programa Vincent Minds se centra en la influencia del arte en la salud mental. A través de talleres, los visitantes podían coger ellos mismos un cepillo y relajarse por completo.
La campaña está relacionada con el artista Vincent van Gogh, que llegó a Drente hace 140 años. El museo tiene una exposición sobre eso. “Toda su vida luchó contra su salud mental. Pero pintar en Drenthe y la naturaleza le dieron cierta paz”, explica el portavoz Floor Oostra. “Queremos demostrar a través de talleres, conferencias y la propia exposición que el arte puede tener un efecto positivo en el bienestar mental”.
Uno de los talleres es “Experimentar y untar”, un puñado de visitantes se reunieron en el Statenzaal para crear una obra de arte. “Toman un trozo de cartón y le pintan látex. Luego dibujan rayas con ecoline y tiza. Luego lo difuminan nuevamente con látex y luego lo cubren con una gruesa línea negra. Suena muy confuso, pero una vez que empiezas tiene sentido”, ríe la artista visual Mirjam Peters.
El visitante John Niele está ocupado con su obra de arte y la mira de nuevo. “La verdad es que no tengo idea de lo que hice. Me abrí completamente al taller, apareció algo en el cartón y continué con ello”.