El robo provocó un flujo interminable de mensajes. El comedor se mantiene no sólo con palabras, sino también económicamente. Aunque esa no es la intención, subraya Potjer. “Nunca ha sido nuestra intención recuperar el dinero mediante donaciones. Se agradece, incluso nos molesta un poco, pero no es necesario”.
El sándwich de hamburguesa cargado de rescate tenía principalmente un valor emocional. Una chica, que anteriormente trabajaba en el comedor, donó el objeto de ahorro como regalo de despedida. Le encantaban las hamburguesas.
“Se lo decimos a todo el mundo”, repite Potjer: “No es nuestra intención recibir donaciones. La gente prefiere venir a tomar una taza de café y un sándwich. Si están satisfechos, siempre pueden dar propina. Pero no es posible”. para que recuperemos el contenido.”