7.
“La cita empezó normal y bien. Estaba de visita en la ciudad y quería divertirme un poco, y lo encontré en Tinder. Me llevaba a varios bares diferentes de la zona que le gustaban. Luego, al azar, a mitad de camino, Mientras caminaba hacia otro bar, dio un giro de 180 grados y comenzó a reprenderme y a ponerse sarcástico, diciendo: ‘Ustedes las mujeres odian a los tipos bajitos como nosotros’. ¿Qué???? Él era bajito, sí, pero yo no había dicho nada? No llamé la atención sobre algo que no parecía importar. Y ¡estaba EN la cita! Elegí salir. ¡Nos estábamos divirtiendo! No es que hubiera intentado nada y yo lo rechazara. Hasta el día de hoy, estoy desconcertado en cuanto a qué lo hizo estallar”.
“¿Esperaba que me arrojara al azar sobre él en algún momento? ¿Se suponía que debía intentar acortar la cita e insistir en acostarme con él en ese mismo momento, o qué? Me quedé allí mientras él me entregaba a la mujer”. quién le dio una oportunidad, una mierda por las cosas que aparentemente otras mujeres le hacían sentir. Luego, entre lágrimas dije: “Pensé que nos estábamos divirtiendo, pero gracias por hacerme sentir como una mierda”, y literalmente me escapé, dejándolo. “Parado en la calle. Luego, lo bloqueé como el loco que era. Me sentí mal por él, pero no lo suficiente como para aceptar el abuso cuando no hice nada para merecerlo. Pregúntame por qué después de eso solo salí con hombres altos y seguros”.