Rico Verhoeven está sorprendido por la facilidad con la que retuvo su título mundial de peso pesado el sábado. El holandés tuvo poco que temer de su rival Tariq Osaro en la velada GLORY en el estadio GelreDome.
La pelea entre Verhoeven y Osaro tuvo pocos momentos destacados. El campeón del mundo jugó su conocido juego táctico, mientras que Osaro se mostró incapaz de atacar. Verhoeven fue declarado ganador por unanimidad.
“Pensé: ¿dónde está? Pensé que atacaría y lanzaría ‘bombas’, pero eso no sucedió. Esperó para poder contrarrestar mis ataques, pero yo jugué mi propio juego”, dijo Verhoeven después.
“No puedo ver el interior de su cabeza, pero creo que la forma en que me moví también le hizo difícil golpearme. Eso puede haberlo sorprendido. No sabía si contraatacar o atacar. Al final no lo hizo. No hago nada en absoluto.”
“Estoy aquí para ganar”
La falta de momentos destacados provocó incluso en algunas ocasiones silbidos y abucheos por parte del público. “Por supuesto que hay gente que se pregunta por qué no voy por el nocaut. Pero estoy aquí para ganar. Si surge la posibilidad de un nocaut, lo intentaré”, explicó Verhoeven, de 34 años.
“Sé que sería espectacular si llegara hasta el final, pero Osaro es fuerte y golpea fuerte. Entonces puede ir en cualquier dirección. De hecho, me da aún más satisfacción cuando mi oponente piensa: ¿por qué no puedo golpearlo? “
En general, Verhoeven, que regresó tras una lesión en la rodilla, se mostró satisfecho. “Estuvo bien; no fue perfecto, pero tampoco muy malo. Soy mi mayor crítico. Hay cosas en las que todavía puedo trabajar. Pero gané en el buen sentido”.
Aún no se sabe quién será el próximo rival de Verhoeven. Dijo después de su victoria sobre Osaro que de todos modos quiere pelear unas cuantas veces más.
Rico Verhoeven verslaat Tariq Osaro en blijft heersen als zwaargewichtkampioen