La familia de Robert Card, el hombre sospechoso de matar a tiros a 18 personas en Lewiston, Maine, la semana pasada, se comunicó con la policía meses antes del tiroteo. Los familiares estaban preocupados por el estado mental de Card y por el hecho de que tuviera armas en su poder, escribe ‘The Washington Post’.
ttn-es-3