Esta mañana el ambiente en el aeropuerto de Zaventem era tenso. El personal de aduanas dejó de trabajar a las 8:30 horas, justo cuando muchos viajeros estaban a punto de comenzar sus vacaciones de otoño. Aunque la huelga espontánea sólo duró hasta las 10 de la mañana, provocó largas colas y pasajeros enojados. “Imagínate que trabajas en la aduana y lo disfrutas, es difícil bajar más”, se queja un viajero del X.
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