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El United Auto Workers dijo el sábado que había llegado a un acuerdo laboral tentativo con Stellantis, matriz de Fiat Chrysler, que aumentaría los salarios y pondría fin a una huelga de seis semanas.
El acuerdo es una victoria significativa para el sindicato y incluye un aumento del salario base del 25 por ciento hasta abril de 2028, aumentos del costo de vida, además de aumentos mayores para los trabajadores principiantes y temporales. Los términos son similares a los del acuerdo alcanzado con Ford Motors el miércoles.
La declaración emitida por la UAW también decía que Stellantis agregaría 5.000 puestos de trabajo y que se reabriría la planta de ensamblaje de Belvidere en Illinois, que había estado inactiva antes de la huelga.
“Una vez más, hemos logrado lo que hace apenas unas semanas nos dijeron que era imposible”, dijo el presidente de la UAW, Shawn Fain. “En Stellantis en particular, no sólo hemos conseguido un contrato récord, sino que hemos comenzado a cambiar el rumbo de la guerra contra la clase trabajadora estadounidense”.
El acuerdo no entrará en vigor hasta que los miembros del sindicato aprueben los términos.
El director de operaciones de Stellantis Norteamérica, Mark Stewart, agradeció a los equipos negociadores en un comunicado y dijo que la compañía “esperaría darle la bienvenida al trabajo a nuestros 43.000 empleados y reanudar las operaciones para servir a nuestros clientes y ejecutar nuestro plan estratégico Dare Forward 2030 para mantener la reputación de Stellantis. posicionarse a la vanguardia de la innovación”.
El acuerdo deja a General Motors como el único fabricante de automóviles de los Tres Grandes sin un acuerdo después de casi dos meses de huelgas que han paralizado a Detroit y han puesto en juego más de 45.000 puestos de trabajo. El UAW dijo el sábado que había extendido su huelga en GM para incluir una planta en Spring Hill, Tennessee.
Ford dijo el jueves que las huelgas le habían costado a la compañía aproximadamente 1.300 millones de dólares, con 80.000 automóviles y camiones menos producidos. Por otra parte, General Motors ha dicho que la huelga le ha costado a la empresa 800 millones de dólares.
El UAW comenzó a negociar con los tres fabricantes de automóviles en julio y finalmente decidió declararse en huelga en septiembre. Era la primera vez en la historia del sindicato que se declaraba en huelga contra los tres fabricantes de automóviles a la vez.
Las negociaciones fueron tensas, con grandes desacuerdos sobre los vehículos eléctricos, y fueron encabezadas por un nuevo presidente sindical, Fain. Fain ha sido menos conciliador que los líderes anteriores y se saltó la tradicional ceremonia de apretón de manos con los ejecutivos del sector automovilístico al inicio del proceso.