Emiratos Árabes Unidos, a punto de salir de la “lista gris” de delitos financieros


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Los Emiratos Árabes Unidos están a punto de ser eliminados de la “lista gris” del organismo mundial de vigilancia de los delitos financieros después de avanzar en las medidas de cumplimiento para combatir el lavado de dinero, mientras que Panamá ha dado un paso más y ha sido eliminado del índice.

El Grupo de Acción Financiera Internacional, con sede en París, dijo el viernes que los Emiratos Árabes Unidos, el principal centro financiero del Golfo, habían introducido “sustancialmente” las medidas de cumplimiento necesarias para su eliminación de la lista de países bajo supervisión reforzada del organismo multilateral.

Faft dijo que los Emiratos Árabes Unidos habían logrado avances en áreas como facilitar las investigaciones de lavado de dinero, imponer sanciones por incumplimiento en las instituciones financieras y aumentar los procesamientos. El grupo de trabajo dijo que, por lo tanto, realizaría visitas in situ para verificar que estos cambios se mantuvieran.

Una inspección exitosa daría una señal de que los Emiratos Árabes Unidos, junto con otras jurisdicciones como Barbados, Gibraltar y Uganda, podrían ser eliminados de la lista en una próxima sesión plenaria en febrero.

El viernes Panamá se convirtió en una de varias jurisdicciones, incluidas Albania, Jordania y las Islas Caimán, un territorio británico de ultramar, que fueron eliminadas por completo de la lista gris después de que sus visitas in situ resultaron exitosas.

Esta fue una buena noticia para el asediado gobierno de Panamá, que ha estado tratando de cambiar su reputación como refugio para dinero turbio al promocionar sus credenciales verdes similares a las de la vecina Costa Rica.

Panamá llegó a los titulares mundiales en 2016 cuando se filtraron documentos de una firma de abogados local que detallaban cómo el país facilitó las estrategias fiscales extraterritoriales de la élite global.

Su inclusión en la lista gris el año pasado también empañó la reputación de los Emiratos Árabes Unidos, la principal opción para las firmas financieras globales que buscan una base en la región rica en petróleo.

Su inclusión coincidió con la guerra en Ucrania, que desencadenó una afluencia de dinero ruso que buscaba evitar sanciones occidentales y un escrutinio intensificado del régimen de cumplimiento financiero del país.

Muchos rusos han enfrentado dificultades para abrir cuentas bancarias, dada la creciente renuencia de los equipos de cumplimiento a tratar con clientes vinculados al país. A principios de este año, los Emiratos Árabes Unidos retiraron una licencia recién concedida al prestamista ruso MTS después de que Estados Unidos y el Reino Unido sancionaran al banco.

Muchos rusos se han visto obligados a depender del intercambio informal o de las criptomonedas para mover dinero a los Emiratos Árabes Unidos, lo que ha contribuido a alimentar una demanda altísima y a elevar las valoraciones de los bienes raíces.

A algunos rusos más ricos les ha resultado más fácil abrir cuentas porque los prestamistas están dispuestos a realizar la diligencia debida adicional necesaria para aceptar clientes más riesgosos. Los oligarcas sancionados también han trasladado activos de alto perfil a los Emiratos Árabes Unidos, como yates y aviones privados.

Pero el Estado del Golfo, que ha adoptado una postura neutral en la guerra de Ucrania, ha dicho que impide los flujos de dinero de personas sancionadas y no discrimina a los rusos no sancionados.

Información adicional de Marton Dunai



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