Al español finalista en Montecarlo le encanta estar en la cocina, entrenaba con el #1 y luego le ganaba: «Pero mi ídolo es Federer. Tenía mal carácter, se convirtió en el más grande»
Una semana al son de burrata y milanesa, chuleta. Pruébelo usted mismo, tal vez funcione. Al menos sobre él ha tenido excelentes resultados. Una final en Montecarlo, por ejemplo. Bien, entonces la victoria fue para Tsitsipas, pero Alejandro Davidovich Fokina nunca volverá a ser el mismo jugador. Porque partir desde el puesto 49 del mundo y encontrarte entre los 30 primeros tras vencer a Novak Djokovic es una de esas experiencias que nunca olvidarás. «Inolvidable» nos cuenta conectado desde el salón de su casa en Málaga.