MIRAR. En mayo de este año, el perro cumplió 31 años y su dueño organizó una gran fiesta.
Vivía con su dueño en el pueblo portugués de Conqueiros. El jefe, llamado Leonel Castro, tenía ocho años cuando tuvo a Bobi. “Descansa en paz amigo mío”, escribió Castro en Instagram. “Gracias por el privilegio de conocerte, el perro más viejo del mundo. Qué vida tan maravillosa has tenido”.
En mayo de este año, tras hacerse oficial el récord, el perro cumplió 31 años y su dueño organizó una gran fiesta a la que asistieron unas cien personas.
En los últimos años de su vida, Bobi tenía cada vez más problemas de salud. Tenía el corazón débil, mala vista y ya no podía oír bien. Según los medios portugueses, a Bobi se le realizaron pruebas de laboratorio después de su muerte, pero no se pudo demostrar el secreto de su longevidad. En cualquier caso, su dueño piensa que el perro ha envejecido tanto porque siempre tuvo mucho espacio para moverse. También le dieron comida sin especias ni ingredientes procesados.